Consta que en 1571 Cristóbal Davila, músico y cantor que ejercía como Maestro de Capilla interino [1], manifestó al cabildo que "quería hacer una representación con los mozos de coro para Navidad", y debió de hacerla ya que que se le pagaron 20 ducados (una cantidad muy notable) "por los motetes y villancicos que hizo por Navidad".
El teatro de Navidad debió de estar relativamente extendido por Galicia, ya que a él se refieren las Constituciones sinodales compostelanas del arzobispo Francisco Blanco (1576): "La noche de Navidad ni en otro tiempo del año, no se hagan ni se digan cosas deshonestas, ni profanas en las Iglesias, cantadas ni representadas, so pena de un Ducado al Rector o Beneficiado que lo consintiere, ni se hagan representaciones algunas, sin nuestra especial licencia, y sin que primero sean examinadas por la persona o personas que nombraremos...", así como las Constituciones Synodales del obispado de Tuid, promulgadas por el obispo Pedro de Herrera en 1627: "la noche del Nacimiento de Nuestro Señor Jesu-Christo (...) ni en otra fiesta de todo el año no se pueda hacer representación ninguna que no sea primero vista i aprovada por Nos o por nuestro Provissor" [2].
Sabemos también que en la Catedral compostelana las representaciones de Navidad eran habituales: constan desde 1536 (Alonso ORDÓÑEZ, véase FICHA nº 7: https://juliomontanes.synology.me/bases/representaciones/?-table=representaciones&-action=browse&-cursor=0&Numero==7), y cuando el cabildo contrató en 1613 al maestro de capilla de Braga, Antonio Carreira Mourão, para dirigir la de Compostela le impuso, entre otras obligaciones, la de representar una comedia "la noche de Navidad" (véase FICHA nº 327: https://juliomontanes.synology.me/bases/representaciones/?-table=representaciones&-action=browse&-cursor=0&Numero==327).
Al género navideño debió de pertenecer también la obra "escrita parte en castellano, parte en gallego" que según el testimonio de Saco y Arce (c. 1881) se representó en Noia en Navidad "desde muy antiguo hasta hace pocos años" (SACO y ARCE, Juan Antonio, Literatura popular de Galicia. Colección de coplas, villancicos, diálogos, romances, cuentos y refranes gallegos, Diputación de Ourense, Ourense, 1987 [1881], pp. 36-37) [publicado también parcialmente en el BCMO, tomo 4 (1912-13)].
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[1] Tafall Abad se refiere a él como Cristóbal de Ávila, pero en varios documentos de la Catedral de Santiago se le nombra como Cristóbal Davila (apellido gallego).
[2] El teatro navideño popular está también documentado en el occidente asturiano a cargo de comparsas que, precedidas de los chavasqueiros o basoiros, recorrían las parroquias haciendo representaciones (véase MENÉNDEZ PELÁEZ, Jesús, El Teatro en Asturias (De la Edad Media al siglo XVIII), Ediciones Noega, Gijon, 1981, p. 162), y de Castropol procede el popularizante Auto del Nasçimiento de Nuestro Señor Ihesu Christo (ca. 1580), atribuido por Eloy Benito Ruano al clérigo Pedro Álvarez de Acevedo (BENITO RUANO, Eloy, “Un auto inédito del Nacimiento de Cristo”, en: Archivum: Revista de la Facultad de Filología , Universidad de Oviedo, vol. 16 (1966), pp. 109-128).
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REFERENCIAS:
TAFALL ABAD, Santiago, "La capilla de música de la Catedral de Santiago : Notas históricas", en: Boletín de la Real Academia Gallega, año XXVI, tomo XX, nº 232 (1931), p. 80. Disponible: http://academia.gal/imaxin-boletins-web/paxinas.do?id=2522
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