El tema de la
Disputa de las cuatro Virtudes, inspirado probablemente en el teatro, es único en los relieves de alabastro ingleses aunque hay casos parecidos en la vidriera (iglesia de Tattershall). En lo alto Dios Padre y el Espíritu Santo, ambos en forma humana. El Niño, desnudo y con nimbo, no lleva cruz y aparece rodeado por una mandorla con rayos. El arcángel no aparece representado, y en su lugar, cuatro figuras femeninas con cartelas rodean a María (Misericordia, Verdad, Paz y Justicia), ésta, arrodillada ante un atril, vuelve la cabeza en un gesto de sorpresa. La presencia de las virtudes intenta sin duda, lo mismo que en la miniatura del Misal parisino de la biblioteca Mazarina, hacer visible el versículo del Salmo 85, 11, interpretado por los teólogos como una prefiguración de la Nueva Alianza entre Dios y el género humano.

Para entender el significado de la escena es ilustrativo el comentario de San Bernardo: el pecado original ha roto la armonía entre las cuatro virtudes. Mientras la Justicia y la verdad exigen la ejecución de la sentencia divina, la Misericordia y la Paz solicitan clemencia para los primeros pecadores. La disputa termina con el Consejo de la Salvación. El mismo hijo de Dios se hará hombre y expiará la injusticia. Con eso se compensa a ambas partes y las virtudes se reconcilian. Gabriel recibe entonces el encargo para la Anunciación a María (
Sermo in Annuntiatione Dominica, en Obras completas, Madrid, B.A.C., 1985, vol. III, pp. 642-661).

Dimensiones: 49.6 x 28.1 cm

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REFERENCIAS:

CHEETHAM (1984), nº 102, p. 175; GONZÁLEZ MONTAÑÉS (1996), cat. nº 122.
Illustrated catalogue of the exhibition of English medieval alabaster work : held in the rooms of the Society of Antiquaries, 26th May to 30th June, 1910 (1913), fig. 57.