Fresco de la segunda mitad del siglo XIV en la embocadura sur del ábside de la iglesia románica de San Juan o San Nicolás de Portomarín (Lugo), traslada piedra a piedra en los años 60 para evitar que quedase cubierta por las aguas del embalse de Belesar. Durante las labores del traslado, dirigido por Pons Sorolla, se descubrió el fresco, tapado por capas de cal, en el muro de fondo de una esquina cubierta por un baldaquino.
En la Anunciación, con donante templario, el Niño podía verse con dificultad en fotografías tomadas antes del traslado, pero cuando se restauraron los frescos en la nueva iglesia, desapareció casi completamente, porque el restaurador no lo vio, o no entendió el motivo, y decidió no resaltarlo.
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REFERENCIAS:
SICART JIMÉNEZ, Angel, "Pinturas murales de San Juan de Portomarín", en: Cuadernos de Estudios gallegos, vol. XXIX (1974-75), pp. 348-51. Figs. 1-2.
SUÁREZ-FERRÍN, Alicia Paz, "La iconografía medieval en los murales gallegos de los siglos XIV, XV y XVI : Una vista panorámica", en: Anuario Brigantino, nº 28 (2005), pp. 310 y 331, fig. 7.
SUÁREZ-FERRÍN, Alicia Paz, "Literatura visionaria y pintura mural en la Galicia tardomedieval. La ‘Visión de Lázaro’ en Santa María de Seteventos (O Saviñao, Lugo)", en: Muerte y ritual funerario en la Historia de Galicia : Semata, Ciencias Sociais e Humanidades, Universidade de Santiago, Facultade de Xeografía e Historia, Santiago de Compostela, nº 17 (2005), p. 182.