Suele afirmarse que las Vírgenes de la Esperanza desaparecen después de Trento, pero ni el Concilio las prohibió ni dejaron de hacerse, aunque es cierto que en algunos sitios la nueva mentalidad contrarreformista de los párrocos y obispos las consideraron indecentes y se retiraron de los templos, acabando en desvanes y sacristías e incluso enterradas (véase
FICHA nº 66: https://juliomontanes.synology.me/bases/anunciacionespre/index.php?-table=anunciacionespre&-action=browse&-cursor=65). Este caso coruñés, atribuido al escultor de Noia afincado en Santiago, José Ferreiro, se hizo a finales del siglo XVIII, quizá para sustituir a uno anterior destruido en el incendio que devastó la iglesia en 1779 [1].

Como en las Anunciaciones Preñadas medievales, la Virgen se relaciona espacialmente con el ángel y ambas figuras componen actualmente una escena cuasi teatral en un escenario cuidadosamente diseñado, que en A Coruña está en la capilla del lado norte de la cabecera (Foto 1), aunque últimamente el ángel se expone mirando hacia el espectador y no hacia María.

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[1] Después del incendio se reconstruyó el recinto, se hicieron altares nuevos (el de la Virgen de la Leche en 1793) y se construyó la escalinata actual. En el caso de la Virgen de la Esperanza, sabemos que muchas mujeres acudían, y acuden, a rezarle para quedarse embarazadas y/o tener un buen parto.

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REFERENCIAS:

En internet: https://www.elidealgallego.com/articulo/coruna/reportaje-historia-capilla-virgen-leche-escalinata-iglesia-santiago/20181201231626391139.html https://martinsalgadoseijas14.wordpress.com/2013/12/31/iglesia-de-santiago/