Según testimonio de Alfredo Guimarães, a principios del siglo XX en la parroquia portuguesa de São Paio da Carvalheira (municipio de Terras de Bouro, distrito de Braga) se hacía una notable representación de la Pasión de Cristo, en seis actos que tenían lugar en los seis domingos de Cuaresma (las
domingas), o bien todos juntos en el Jueves y Viernes Santo. Se hacían en un tablado levantado en el presbiterio de la iglesia parroquial, bajo la dirección de un Padre que predicaba desde el púlpito.

El sexto
passo era el Descimento da cruz, ejecutado por vecinos vestidos de profetas a los cuales los soldados romanos intentaban impedir su labor, llegando el centurión a romper la orden escrita de Pilatos en la que autorizaba la sepultura de Cristo. Los profetas acudían de nuevo a Pilatos y presentaban por segunda vez la orden del gobernador romano, mientras el predicador clamaba: Rende-te, centurião! Entonces el centurión Longinos reconocía su error, proclamaba la divinidad de Cristo, y entre gritos de lamento y lágrimas del público, pedía perdón y se procedía al Desenclavo y el Entierro.

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REFERENCIAS:

GUIMARÃES, Alfredo, "As
Vias-Sacras (Minho)", en: Terra Portuguesa : Revista ilustrada de arqueologia artística e etnografia, nº 3 (1916), pp. 65-73 (nota 1). Disponible: http://hemerotecadigital.cm-lisboa.pt/Periodicos/TerraPortuguesa/1916/N03/N03_master/TerraPortuguesaN03_Abr1916.PDF