En Montemayor (Córdoba) la
Hermandad del Nazareno, fundada hacia 1596, hacía el Descendimiento y el Santo Entierro en la Plaza de la villa desde principios del siglo XVII. En 1820 un reglamento sobre las procesiones de Semana Santa del obispo Pedro Antonio de Trevilla intentó prohibir la ceremonia, pero la presión popular obligó al vicario de Montemayor a rogarle al obispo que hiciese una excepción ese año, y este se vio obligado a conceder la correspondiente autorización. El testimonio del vicario resulta muy elocuente:

"Los motivos que huvo para haverse hecho el sermón y paso de la calle de la Amargura en la Plaza la mañana del Viernes Santo y el Descendimiento del Señor de la Cruz en la tarde del mismo día, que V.Y. tenía prohividos en sus mandatos sobre este particular, fueron la convincción y exaltación de los ánimos de estos vezinos acalorados por almas inquietas y amigas de revolución que en todas partes se hallan. Desde la víspera de la publicación de la constitución, ya los muchachos de la escuela publicaban por las calles las procesiones y al día de su publicación se arrojaron a las casas del Ayuntamiento hombres y mugeres pidiéndolas a vozes y se aquietaron por havérseles prometido, se suplicaría a V.Y. las permitiese según costumbre antigua, como en effecto tubo a bien V.Y. permitirlas por este año: el pueblo estaba resuelto a que se hiciese el Paso de la Plaza y el Descendimiento a pesar de todo y próximo un alboroto que traería un público escándalo y consecuencias muy perniciosas".

De este modo:

"[…] se dio principio al sermón, que predicó el cuaresmal, de la crucifixión y muerte de Jesucristo hombre y se hizo el descendimiento del Señor de la Cruz por dos sacerdotes, los que con la veneración debida pusieron en el Sepulcro la devota y adorable imagen del Señor difunto; no hubo tiros de escopeta ni ruido alguno (que simbolizaban el temblor de tierra ocurrido al morir Jesús) más que lágrimas de los cristianos compungidos y se dio principio a esta procesión del Santo Entierro con las mismas imágenes que en las dos precedentes y el clero de sobrepelliz; se cantó el Miserere y el Padre Santos, organista, compuso música fúnebre del Christus factus est pro nobis, que movió mucho a los fieles y media hora después de la oración se acabó esta tercera y última procesión en la misma iglesia".

La ceremonia se continuó haciendo hasta 1935 [1] y el inventario de 1851 recoge entre las posesiones de la Hermandad del Nazareno:

"Dos Escalas y el Palio en que se hace el Calvario para el Descendimiento. Cruz del Descendimiento. Siete tornillos, tres hierros largos de las Andas, dos martillos y dos pares de tenazas y demás hierros para el Descendimiento...".

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[1] Desaparecida buena parte de la imaginería de la localidad durante la Guerra Civil, cuando se recuperó la Semana Santa en la posguerra se abandonó el Descendimiento y ya solo se hace la procesión del Santo Entierro (el Sábado Santo), con un yacente moderno de brazos fijos (Foto 2).

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REFERENCIAS:

ARANDA DONCEL, Juan, "Ilustración y religiosidad popular en la Diócesis de Córdoba: La actitud de los Obispos frente a las celebraciones de Semana Santa (1743-1820)", en: Actas del I Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa, Diputación Provincial de Zamora, Zamora, 1987, pp. 305-318 (pp. 316-317). Disponible: https://core.ac.uk/download/pdf/71511044.pdf.
ARANDA DONCEL, Juan, "Religiosidad popular en Andalucía a fines del Antiguo Régimen: las Cofradías y Procesiones de Semana Santa en la Campiña cordobesa", en:
Actas del I Congreso Internacional de Cofradías de Semana Santa, Diputación Provincial de Zamora, Zamora, 1987, pp. 319 ss. (p. 330). Disponible: https://core.ac.uk/download/pdf/71511044.pdf.
RODRÍGUEZ BECERRA, Salvador & ESCALERA REYES, Javier,
Guía de fiestas populares de Andalucía, Junta de Andalucía, Consejería de Cultura, Sevilla, 1982, p. 254.

En internet:
https://es.wikipedia.org/wiki/Hermandad_del_Nazareno_de_Montemayor