En la pequeña localidad de Peñacoba (Santo Domingo de Silos) se hizo en 1901 una representación del Descendimiento y la sepultura de Cristo, por iniciativa del párroco D. Isaías Sanz y con la colaboración del médico D. Fructuoso Cortés y de medio centenar de vecinos, la práctica totalidad de los habitantes de la población. Parece que se trató de una ceremonia sin continuidad pero debió de ser notable, a juzgar por la descripción que hace el cronista del
Diario de Burgos:

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Para el descendimiento se levantó en medio del templo, recientemente edificado, una montaña santa que aquí se componía de un tablado, sobre el cual estaba Nuestro Señor crucificado, la Virgen Dolorosa, los ministros del señor y algunos guardias.
Desde; el púlpito el orador, que en esta circunstancia fué el mismo párroco, expuso con las excelentes prendas oratorias qué le son propias, aquel cuadro triste y lleno de amargura, que con la Santísima Virgen y su divino Hijo se desarrolló sobre el Gólgota, y luego, á medida que con sus palabras y sentidos apóstrofes lo indicaba los sacerdotes fueron despojando á la cruz de su rótulo, y de la corona y clavos el cuerpo del Señor, y finalmente también desprendieron la compasiva efigie de Jesús muerto, para irla depositando en la caja ó ataúd (...) salió de la iglesia una larga y muy edificante procesión, que abrían dos hermosos soldados romanos con sus brillantes cascos y briosos caballos; tras ellos seguían los diferentes grupos que formaban la comitiva, es decir, hebreos con sus vistosas túnicas, turbantes y palmas en las manos, los cuales cantaban el Vexilia. Tras estos seguían otros grupos, como los doce apóstoles, las catorce estaciones del ViaCrucis, algunas figuras del Redentor, como Salomón, Dayid, la Fé, la Esperanza, la Caridad, Abraham é Isaac, un Nazareno con su cruz á cuestas, cierto número de disciplinantes y las tres Marías que seguían al ataúd, y la imagen de la Dolorosa, todos los cuales recorrieron en bien ordenada procesión las afueras del pueblo y las principales calles de éste, hasta llegar al punto destinado para la sepultura del Señor
(...)".

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REFERENCIAS:

Diario de Burgos : de avisos y noticias, año XI, nº 3088 (12/04/1901), p. 2.