La iglesia de San Martiño de Borela (Cerdedo-Cotobade), fue antiguamente anejo del monasterio benedictino de San Pedro de Tenorio. La existencia en el atrio del templo de un banco
pousadoiro con un relieve del siglo XVI que representa una Deposición de Cristo con rasgos que parecen inspirados en los Desenclavos litúrgicos [1], y algunos recuerdos que mantiene la memoria popular, llevan a pensar que en el lugar hubo una representación del Desenclavo que desapareció hace algunas décadas.

Al respecto, hay que recordar que en la zona de Cotobade se conservan en la actualidad otros Desenclavos en Augasantas y Verducido (véanse
FICHAS nº 21: https://juliomontanes.synology.me/bases/desenclavos/?-table=desenclavos&-action=browse&-cursor=20 y 30: https://juliomontanes.synology.me/bases/desenclavos/?-table=desenclavos&-action=browse&-cursor=29), y que los dos Cerviños, José e Ignacio, autores de la mayoría de los cruceiros con desenclavo gallegos (Hío, Ponteareas...), eran naturales de Augasantas y sin duda tuvieron que conocer estas representaciones, cuyos rasgos reproducen en sus obras con un carácter de inmediatez, de cosa vivida.

-----------------------------------------

[1] La pieza de Borela forma parte de un grupo de relieves con la escena de la Deposición de Cristo que se encuentran en los atrios de varias iglesias gallegas (S. Pedro de Bordóns (Sanxenxo), San Salvador de Meis, Arcos de Furcos (Cuntis), Sta. Mª de Fragas (Campo Lameiro), Barrantes (Ribadumia)..., algunos en localidades en las que aún se representa la Pasión o se representaba hasta hace pocas décadas (Meis). La presencia en la práctica totalidad de estas piezas de la cruz y la escalera, y en varias de los instrumentos del desenclavo (martillo y tenazas), así como la rigidez de los cristos que parecen claramente figuras articuladas, lleva a pensar que sus creadores pudieron haber contemplado ceremonias dramatizadas del Desenclavo y el Entierro que serían cosa frecuente ya en el siglo XVI, centuria a la que pertenecen los relieves. Por otra parte, la localización de estas piezas en los atrios de las iglesias, en ocasiones tras un banco de piedra o
pousadoiro, formando claramente un escenario (Arcos de Furcos, Cotobade...), parece indicar que se utilizaron en representaciones de la Pasión o por lo menos en el curso de procesiones del Entierro el Viernes Santo. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que en la mayoría de los casos se trata de piezas reutilizadas procedentes de antiguos baldaquinos y que su colocación en los atrios debió de realizarse como muy pronto en el siglo XVIII, pero existen algunos precedentes para estas escenas del Entierro en piezas populares de la segunda mitad del siglo XV como la lápida funeraria del Museo Arqueológico de A Coruña.

________________________
REFERENCIAS:

FILGUEIRA VALVERDE, José & RAMÓN y FERNÁNDEZ-OXEA, José,
Baldaquinos Gallegos, Fundación Pedro Barrié de la Maza, A Coruña, 1987, p. 65.

En internet:
Fotos:
https://sendereando.files.wordpress.com/2011/04/p11000221.jpg https://flic.kr/p/qqRXvw http://www.panoramio.com/photo/34619568