En Verducido (o Berducido, A Lama) pervivió hasta 1970 un Desenclavo con un Cristo articulado, que aún se conserva en la iglesia bajo un retablo lateral en una urna de mármol, y una cruz de 5 metros de altura que en la zona afirman ser de caoba (también se conserva, en la sacristía del templo, la urna que se utilizaba para sacarlo en procesión, la cual según una inscripción "
se hizo a devoción de don Serafín Piñeiro, farmaceutico de Puentecaldelas. Año de 1892").

El Desenclavo se hacía en el interior de la iglesia de San Martiño, con intervención del párroco de Verducido y los de las parroquias limítrofes de San Pablo de Xende y San Pedro de Gaxate, además de un predicador generalmente franciscano. Las descripciones de los que lo vieron insisten en su espectacularidad, con la gran cruz clavada en la nave central, iluminada con antorchas, la cortina que cubría al Cristo antes de comenzar la ceremonia, las enormes escaleras y el uso de carracas para simular el ruido del terremoto producido en el momento en que Cristo expiró. Cartela, corona y clavos se retiraban en el orden habitual de los Desenclavos gallegos y, con el Cristo ya en la urna, los fieles desfilaban ante él para contemplarlo y adorarlo antes de que, al anochecer, comenzase la procesión del Santo Entierro.

Como en otros muchos casos, la fecha exacta de comienzo de las representaciones es desconocida, pero como ya ha señalado Fernández de la Cigoña, en 1860 el obispo tudense concedió 40 días de indulgencia a los fieles que asistiesen al sermón y Desenclavo de Verducido, y el año anterior el párroco Juan Villanueva Garrifo afirmaba en el
Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Tuy nº 6 (15/04/1859), que tales actos habían comenzado en tiempos del párroco don Miguel Garrido:

"Todos los años vienen repitiéndose estos actos religiosos después de que los ha establecido don Miguel Garrido, párroco que fue de la misma parroquia. El costeó el retablo Mayor y el altar de los Dolores y las imágenes del Santo Cristo y de la Dolorosa. Se hacen con mucha devoción y a ellos concurre el clero de las parroquias inmediatas" [1].

Por tanto, el Cristo, atribuido a Ignacio Cerviño, escultor natural del concejo limítrofe de Cotobade, tiene que ser de la primera mitad del siglo XIX.

En el lado norte del atrio de la iglesia de San Martiño se conserva una especie de escenario (véase Foto 2D) cuya finalidad desconozco pero que pudo haber sido utilizado en la liturgia pascual. En la capital municipal se conserva un Viacrucis de 14 estaciones que sube hasta un
Calvario en el atrio de la capilla del Sagrado Corazón del Monte do Castro (Foto 2 B y C) [2], y en el concello hay algunos cruceiros con los símbolos de la Pasión tallados en el varal como el de Esteban González Fontenla (s. XVIII, véase Foto 2A) [3]. También se conserva en otra parroquia de A Lama (Santiago de Antas) un relieve del siglo XVI con la deposición de Cristo, procedente sin duda de un baldaquino, con rasgos inspirados en las representaciones litúrgicas.

En la zona limítrofe de Cotobade se conserva en la actualidad otro Desenclavo en Augasantas y hay indicios de la existencia de uno más, hoy desaparecido, en San Martiño de Borela (véanse
FICHAS nº 21: http://teatroengalicia.es/bases/desenclavos/?-table=desenclavos&-action=browse&-cursor=20 y 28: http://teatroengalicia.es/bases/desenclavos/?-table=desenclavos&-action=browse&-cursor=27). Al respecto hay que recordar que los dos Cerviños, José e Ignacio, autores de la mayoría de los cruceiros con desenclavo gallegos (Hío, Ponteareas...), eran naturales de Augasantas y sin duda tuvieron que conocer estas representaciones litúrgicas, cuyos rasgos reproducen en sus obras con un carácter de inmediatez, de cosa vista [4].

______________________________

[1]
Boletín Eclesiástico del Obispado de Tuy, Año I, nº 6 (1859), p. 5. Disponible: http://www.galiciana.bibliotecadegalicia.xunta.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1187834&idImagen=12047078&texto_busqueda=descendimiento

[2] En el concello hay otro viacrucis en Xende, y muy cerca del de Monte do Castro se encuentra el de O Casteliño, pero pertenece ya al ayuntamiento de Ponte Caldelas. Véanse fotos:
http://www.galiciamaxica.eu/galicia/pontevedra/castelino/

[3] Los símbolos de la Pasión aparecen en los fustes de los cruceiros gallegos a finales del siglo XVI o principios del XVII (cruceiros de Pontecesures y Arcos de Furcos (Cuntis). Son muy numerosos los casos barrocos (A Laxa-Fornelos de Montes, 1784) y también los ejemplares de los siglos XIX y XX (Cenlle, 1877; Saavedra-Begonte, 1899; Vilamel-Castro de Rei, 1907... etc.).

[4] Hay quien ha relacionado la iconografía de los cruceiros del Desenclavo gallegos con los pasos procesionales castellanos, en concreto con el Descendimiento de Gregorio Fernández (cf. CASTRO, Luis de, “Los Cruceiros y el Descendimiento de Gregorio Fernández”, en: Diario de Zamora de Falange Española de las J.O.N.S., año XVIII, nº 5283 (11/06/1953), p. 6), pero las similitudes también se explican por la inspiración de ambos en las ceremonias del Desenclavo que se hacían los Viernes Santos en las iglesias.

________________________
REFERENCIAS:

Boletín Eclesiástico del Obispado de Tuy, Año II, nº 28 (15/03/1860), p. 8; Año IV, nº 78 (15/04/1862), p. 8; Año V, nº 101 (01/04/1863), p. 8 y Año VII nº 149 (01/04/1865), p. 8.
La Correspondencia Gallega : diario de Pontevedra, año XVI, nº 4235 (11/03/1904), p. 3.
El Correo de Galicia : Diario independiente de avisos y noticias, s.n. (10/03/1904), p. 2.
FERNÁNDEZ de la CIGOÑA NÚÑEZ, Estanislao,
Entre encravamentos profundos e desencravos amorosos : o encravamento e desencravo na imaxinería galega, Galaxia, Vigo, 2001, pp. 112 ss.

Fotos del Viacrucis:
https://goo.gl/NrxDrN