En Vigo (Pontevedra) se hacía el Desenclavo en la colegiata de Santa María, seguido de la procesión del Santo Entierro, propia del Concejo como en otros muchos lugares de Galicia. Su antigüedad parece que puede remontarse al menos a finales del siglo XVI, ya que cuando en 1695 surgió una disputa por la colocación de los bancos para presenciar la función, D. Jacinto de Acevedo argumentó que la disposición de los bancos en la capilla mayor había sido la misma "
desde tiempo inmemorial", haciendo alusión a su antepasado Gaspar Méndez que ya era miembro de la cofradía en 1596 (véanse Espinosa Rodríguez y Bouza Brey).

Pervivió la ceremonia hasta la década de 1920, y el periódico local
Faro de Vigo da noticia de la misma el 9 de abril de 1884 en los siguientes términos [1]:

"A la tarde, se verificará en la Colegiata el acto de Descendimiento, llamado del Desenclavo, en el que predicará el Sr. Lago, y terminado éste saldrá la procesión del Santo Entierro, con el recorrido de costumbre hasta el exconvento de Monjas, regresando la Santísima Virgen de los Dolores a la Colegiata, donde se cantará por varias señoritas el 'Stabat Mater'".

Es probable que en su origen el
Desenclavo vigués se hiciese en el convento de los franciscanos, cuyos frailes eran los encargados de dirigir la función todavía en el siglo XX [2]. Parece que la imagen utilizada en el siglo XVIII en la ceremonia era el Cristo de la Victoria de la Colegiata (o Cristo de la Sal), ya que la restauración que se le hizo en 1998, además de devolverle el color original a su piel, demostró que sus brazos estuvieron originalmente articulados [3].

En la actualidad ya no se hace en Vigo el Desenclavo, aunque sí la procesión del Santo Entierro con un Cristo yacente no articulado de finales del XVII y una urna procesional del siglo XIX. El Cristo se encuentra durante el año en una urna de frente acristalado bajo el altar de la Virgen de los Dolores o de la Soledad en la nave sur de la iglesia (Foto 2).

En Vigo hay noticias también de un
Descendimiento en la parroquia de Chapela (véase: El pueblo gallego : diario de la mañana, al servicio de los intereses de Galicia, s.n. (02/04/1958), p. 11).

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[1] En el mismo año el semanario satírico madrileño
El Motín, en una sección titulada "Manojo de Flores Místicas" dice que "la función religiosa llamada en Vigo del desenclavo, se ha hecho este año por contrata, porque los curitas se negaron a trabajar gratis..." (El Motín, año IV, nº 18, 4 de mayo de 1884, p. 3. Disponible: http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0001129980&page=3), y La Voz de Galicia (16/04/1884), p. 1, informa también sobre el asunto: "un industrial de esta ciudad ha hecho proposiciones á determinada persona ofreciéndolo á guisa de prima cierta cantidad con tal que se le permitiese hacer una cuestación para sufragar los gastos de la función religiosa y sermón del desenclavo. Estas proposiciones fueron aceptadas y se nos dice que el contratista se muestra satisfecho de haber emprendido tan lucrativo negocio. Nos causa hondo disgusto ver que haya personas tan poco aprensivas que se dediquen en especulaciones basadas en la buena fé y sentimientos religiosos...".

[2]
Galicia : diario de Vigo, nº 209 (25/03/1923), p. 4 y El Compostelano : diario independiente, nº 1240 (10/04/1924), p. 2.

[3] El denominado
Cristo de la Victoria, se atribuye al escultor vasco Sebastián Ucete y fue un regalo que le hizo a la ciudad a finales del siglo XVIII el industrial catalán afincado en Vigo, Buenaventura Marcó del Pont. Como en otros muchos lugares, la imagen debió de sustituir a una anterior ya que las noticias sobre la ceremonia del Desenclavo en Vigo se remontan, por lo menos, al siglo XVII. Es también significativo que, tanto en Vigo como en Bouzas, se denomine Descendimiento al acto en el que se descuelga al Cristo del altar (en Bouzas el Cristo de los Afligidos), para sacarlo en procesión. En el caso de Vigo, consta por fotografías antiguas (ca. 1920) que el Cristo se exhibía en la colegiata formando parte de un Calvario, y en algunas reproducciones puede apreciarse la piel que recubría las articulaciones (Foto 1A).

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REFERENCIAS:

El pueblo gallego : diario de la mañana, al servicio de los intereses de Galicia, s.n. (20/03/1937), p. 2; (31/03/1942), p. 7; (22/04/1943), p. 2; (01/04/1953), p. 2 y (14/04/1954), p. 4.

BOUZA BREY, Fermín, "Conflicto en la Iglesia Parroquial de Vigo el Viernes Santo de 1695", en:
Cuadernos de estudios Gallegos, Tomo XXV (1970), pp. 124- 126.
ESPINOSA RODRÍGUEZ, José, “Privilegios del siglo XVII : Un pleito ruidoso por un asiento en la Colegiata”, en:
El Pueblo Gallego, Vigo, (04/01/1942), p. 2.
GONZÁLEZ MONTAÑÉS, Julio I., “Articulated Statues of Christ and Ceremonies of the Descendimiento in the Western Kingdoms of the Iberian Peninsula (twelfth-sixteenth centuries)”, en: Chaguinian, Christophe (dir.): Good Friday Ceremonies with Articulated Figures in Medieval and Early Modern Europe, University of North Texas - Classiques Garnier, col. Rencontres nº 606, París, 2023, pp. 309-367 (nota 13).
VÁZQUEZ GIL, Bernardo, "Vigo", en: PÉREZ NEGREIRA, Mar (coord.),
La Semana Santa en Galicia, Hércules Ediciones, A Coruña, 2008, vol. 3, pp. 206-267.

En internet:
http://www.farodevigo.es/opinion/2014/04/09/hemeroteca-decano/1002178.html