El
entroido de las parroquias de Barcia y Vilaverde (Melón-OU) es una fiesta popular en la que se parodian los carnavales urbanos de la villa vecina de Ribadavia y las representaciones teatrales que en ella se hacen en la Festa da Istoria (cf. BD Teatro de Entroido. FICHA nº 359: https://juliomontanes.synology.me/bases/teatrodeentroido/index.php?-table=teatrodeentroido&-action=browse&-cursor=0&Numero==359). La tradición obliga, desde el siglo XIX, a que la corrida del entroido salga un año de Barcia y el siguiente de Vilaverde, visitando la localidad vecina en un recorrido circular. La comitiva traslada a los Mecos en un carro de bueyes engalanado con mimosas [1] y en la actualidad son frecuentes en ella las carrozas tiradas por tractores, realmente trabajadas y espectaculares (algunos años acuden carrozas de otras parroquias como Quins o Covelo). De organizar la fiesta se encarga cada año una pareja de mayordomos/as que reciben el encargo y el ramo el martes de carnaval.

En lo que se refiere a las máscaras, son muy variadas y cambian cada año siendo habituales las de animales, especialmente de cerdos y carneros ya que en la zona los habitantes de Vilaverde son conocidos como
os porcos y los de Barcia de como os carneiros. Era tradicional la figura del bobo, que encabezaba el cortejo de los enmascarados, los carceleiros, que llevaban una choca y cadenas, y castigaban a quien trabajase el martes de entroido, y los frailes que predicaban sermones burlescos. En los últimos tiempos ha salido algunos años una máscara de vaca que imita a las que en otros muchos entroidos gallegos llevan debajo a una persona, la cual aquí no existe, sustituida por unos pantalones que ocultan unas patas de madera con ruedas (cf. Foto 1).

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[1] Se trata de una pareja de
entroidos de paja vestidos, tradicionalmente confeccionados en la casa de los mayordomos; el masculino por hombres y el femenino por mujeres. A diferencia de lo que es habitual en Galicia, en Barcia y Vilaverde los entroidos no se quemaban sino que se deshacían, las caretas y vestidos se guardaban para el año siguiente y la paja se reutilizaba como cama en una cuadra. Como en otros lugares de Galicia las figuras eran consideradas sagradas y poderosas, y en la zona se referían al muñeco masculino como el Santo Entroido. Valgan como ejemplo de esta creencia las afirmaciones que el antropólogo Emilio Araúxo recogió en 1994 y 1995 en Vilaverde: "O santo Entroido din que é avogoso coma calquera dos santos. É un santo como outro calquera anque de palla (...). Os outros son de madeira e el de palla, pero tanto ten (...) O entroido tamén e santo. Porque que máis ten que sexa de palla, coma de pau. coma de pedra?" (cf. Araúxo, pp. 85, 89, 172-173 y 212-213). Los testimonios recolectados en Vilaverde llegan a aducir como prueba del poder del Santo Entroido supuestas curaciones milagrosas de enfermos que se ofrecieron al Santo de paja pidiéndole la sanación, o castigos infligidos por el Santo (gripes, accidentes, etc.) a quienes no celebraban su fiesta o no colaboraban económicamente en ella, lo mismo que a los que no respetaban el descanso el martes de carnaval en el cual, como en toda fiesta patronal, la costumbre popular prohibía trabajar.

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REFERENCIAS:

ARAÚXO IGLESIAS, Emilio, Xúntase toda a onda (O entroido en Barcia e Vilaverde), Toxosoutos, Noia, 2020.

En internet:
Entroido de Barcia e Vilaverde (
Facebook): https://www.facebook.com/BarciaEVilaverde/?locale=es_ES
Jose Carlos Rodríguez en El Diario.es (25/02/2020): https://www.eldiario.es/cultura/barcia-vilaverde-entroido-itinerante-ourense_1_1113221.html
Santi M. Amil en La Voz de Galicia (2019 y 2020): https://www.lavozdegalicia.es/album/enfoque/2019/02/25/mais-unha-festa/01101551088825513196671.htm https://www.lavozdegalicia.es/album/ourense/2020/02/25/barcia-vilaverde-disfrutaron-entroido-rural/01101582667039353868296.htm