El céntulo y el choqueiro son dos personajes del Corpus de Redondela, que desde el siglo XIX, despojados de las chocas y vejigas de cerdo infladas que utilizaban en épocas anteriores, arrastraban a la Coca llevando trajes de lienzo "de color de sabandiija". Al parecer en origen eran un cortejo de 7 u 8 sentulos a los que se denominaba también fenos, diablillos y diabletes, que en el siglo XIX eran ya solo dos, convertidos en Mayordomos de la Coca [1]. Su nombre puede hacer referencia, como ya señaló el Padre Sarmiento, al latín centunculus (ropa remendada de varios colores), o centoculos (que tiene cien ojos) [2]. En el siglo XVII consta que levaban máscaras y ropas estrafalarias y que el papel se heredaba, casi por obligación, de padres a hijos. La denominación choqueiro alude sin duda a que llevaba chocas, cencerros de metal que sonaban cuando corrían, voz que es frecuente en buena parte de Galicia para referirse a máscaras de Carnaval desharrapadas que llevan esquilas, cascabeles o cencerros, las cuales son también conocidas como Chocalleiros (cf. FICHAS: https://juliomontanes.synology.me/bases/mascaras/index.php?-action=list&-table=mascaras&-cursor=0&-skip=0&-limit=30&-mode=find&-edit=1&Titulo=choqueiro+OR+Chocalleiro).
Similar comportamiento tuvieron otras muchas máscaras gallegas diabólicas que tenemos documentadas en el Corpus, como los céntulos de Pontevedra, fenos y fetoyros de Ribadavia y Allariz, gamachiño de Betanzos y demonios de Bouzas, Baiona y Verín (cf. FICHAS: https://juliomontanes.synology.me/bases/mascaras/index.php?-action=list&-table=mascaras&-cursor=0&-skip=0&-limit=30&-mode=find&-edit=1&Claves=corpus). Dichas máscaras se justifican como materialización de la eterna lucha entre el bien y el mal, y no son, por supuesto, exclusivas del Corpus gallego: las hubo en las procesiones de buena parte de Europa y de la América hispano-portuguesa y todavía perviven algunas, generalmente trasladas al Carnaval o a otras fiestas (Diablos de Luzón (Guadalajara), Diabletes de Teguise (Lanzarote), Colacho de Castrillo de Murcia (Burgos)... etc.).
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[1] Figuras semejantes están documentadas en las procesiones del norte de Portugal. En Oporto, por ejemplo, el capuchino François de Tours describe espantado la procesión de 1699, en la cual salía una máscara demoníaca que danzaba y tocaba la guitarra delante del Sacramento ("avoit un masque horrible et qui dansoit devant le saint sacrement en jouant de la guitare"), y en Braga dice que la procesión, como en las villas gallegas, iba acompañada de un cortejo de carros de bueyes engalanados y de dos parejas de gigantes. Salían además en ella ocho enmascarados, costumbre hispano-portuguesa que al francés le pareció un resto de paganismo, lo mismo que las danzas en las procesiones: "...Je fus si aise de cela que je ne me sentais pas, car je n'avais jamais vu de ces sortes de processions où il y eût des personnes masquées qui dansassent. A dire le vrai, c'est un reste de paganisme, et on n'a jamais pu abolir ces manières si peu conformes au Christianisme. Le Roi et Messeigneurs les Évêques ont même eu bien de la peine d'abolir des danses extrêmement lubriques, que la pudeur ne me permet pas de peindre sur ce papier comme on me les a racontées". (cf. BARRAU-DIHIGO, Louis (ed.), "Voyage du P. François de Tours en Espagne et en Portugal (1698-1700)", en: Revue hispanique: recueil consacré à l'étude des langues, des littératures et de l'histoire des pays castillans, catalans et portugais, tomo 53, nº 124 (1921), pp. 469-549. Disponible: https://archive.org/details/revuehispaniquer52hispuoft; y BRAGA, Isabel Mendes Drumond, “Entre o sagrado e o profano: as procissões em Portugal no século XVIII segundo alguns relatos de estrangeiros”, en: Comunicações apresentadas no VIII Congresso Internacional A Festa, Lisboa, 18 a 22 de novembro de 1992, Sociedade Portuguesa de Estudos do Século XVIII-Universitária Editoria, Lisboa, 1992, vol. II, pp. 455-468 (457-458).
[2] Otras posibles etimologías que se han señalado son scincus (especie de cocodrilo) y scintillo ("centella", "chispa"), en alusión ambos a la Coca-dragón que acompañaban. En Pontevedra se dice que hace referencia a una máscara hecha con un caparazón de centolo (cf. FICHA nº 19: https://juliomontanes.synology.me/bases/mascaras/?-table=mascaras&-action=browse&-cursor=18). Creo que la primera posibilidad apuntada por Sarmiento es la más probable ya que se relaciona con el mundo teatral romano, en el cual el centunculus (túnica de muchos colores) era la vestimenta característica del Stupidus y acabó por dar nombre al personaje del bobo en el teatro clásico.
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REFERENCIAS:
GONZÁLEZ PÉREZ, Clodio, “El Corpus en Galicia: Redondela y Ponteareas”, en: Narria: Estudios de artes y costumbres populares, nº 77-78 (1997), pp. 47-56. Disponible: https://dialnet.unirioja.es/ejemplar/41932 .
MARTÍNEZ CRESPO, José, Corpus Christi en Redondela : Figuras, vestido e historia, Ir Indo, Vigo, 2008, p. 19-21 (figs. 14 ss.).
MARTÍNEZ CRESPO, José, A festa da Coca de Redondela : O Corpus Chisti e as suas manifestacións, Concello de Redondela, Redondela, 2013.
En internet: http://gastroderedon.blogspot.com/2009/12/o-choqueiro-e-o-centulo.html