En el Corpus de Baiona el choqueiro o céntulo [1] tiraba de la Coca de los vecinos de Sabarís y bailaba libremente en la Danza de Espadas haciendo mofa e importunando al director de la danza.
Similar comportamiento tuvieron otras muchas máscaras gallegas diabólicas que tenemos documentadas en el Corpus, como los céntulos de Pontevedra y Redondela, fenos y fetoyros de Ribadavia y Allariz, gamachiño de Betanzos y demonios de Bouzas y Verín (cf. FICHAS: https://juliomontanes.synology.me/bases/mascaras/index.php?-action=list&-table=mascaras&-cursor=0&-skip=0&-limit=30&-mode=find&-edit=1&Claves=corpus) [2].
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[1] Su nombre puede hacer referencia, como ya señaló el Padre Sarmiento, al latín centunculus (ropa remendada de varios colores), o centoculos (que tiene cien ojos). Otras posibles etimologías que se han señalado son scincus (especie de cocodrilo) y scintillo ("centella", "chispa"), en alusión ambos a la Coca-dragón que acompañaban. En Pontevedra, donde también existe la máscara, se dice popularmente que hace referencia a una careta hecha con un caparazón de centolo (cf. FICHA nº 19: https://juliomontanes.synology.me/bases/mascaras/?-table=mascaras&-action=browse&-cursor=18). Creo que la primera posibilidad apuntada por Sarmiento es la más probable ya que se relaciona con el mundo teatral romano, en el cual el centunculus (túnica de muchos colores) era la vestimenta característica del Stupidus y acabó por dar nombre al personaje del bobo en el teatro clásico.
[2] Figuras semejantes están documentadas en las procesiones del norte de Portugal. En Braga, por ejemplo, el capuchino François de Tours describe espantado la procesión de 1699, la cual, como en las villas gallegas, iba acompañada de un cortejo de carros de bueyes engalanados y de dos parejas de gigantes. Salían además en ella ocho enmascarados, entre ellos uno que danzaba y tocaba la guitarra delante del Sacramento: "...Je fus si aise de cela que je ne me sentais pas, car je n'avais jamais vu de ces sortes de processions où il y eût des personnes masquées qui dansassent. A dire le vrai, c'est un reste de paganisme, et on n'a jamais pu abolir ces manières si peu conformes au Christianisme. Le Roi et Messeigneurs les Évêques ont même eu bien de la peine d'abolir des danses extrêmement lubriques, que la pudeur ne me permet pas de peindre sur ce papier comme on me les a racontées". (cf. BARRAU-DIHIGO, Louis (ed.), "Voyage du P. François de Tours en Espagne et en Portugal (1698-1700), publié par L. Barrau-Dihigo", en: Revue hispanique: recueil consacré à l'étude des langues, des littératures et de l'histoire des pays castillans, catalans et portugais, tomo 53, nº 124 (1921), pp. 472-549; y BRAGA, Isabel Mendes Drumond, “Entre o sagrado e o profano: as procissões em Portugal no século XVIII segundo alguns relatos de estrangeiros”, en: Comunicações apresentadas no VIII Congresso Internacional A Festa, Lisboa, 18 a 22 de novembro de 1992, Sociedade Portuguesa de Estudos do Século XVIII-Universitária Editoria, Lisboa, 1992, vol. II, pp. 455-468 (457-458).
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REFERENCIAS:
MARTÍNEZ CRESPO, José, Corpus Christi en Redondela : Figuras, vestido e historia, Ir Indo, Vigo, 2008, p. 20.
En internet: https://teatroengalicia.es/baiona.htm