En el Corpus de Baiona (Pontevedra), un
choqueiro o céntulo [1] tiraba de la Coca que los vecinos de la parroquia de Sabarís sacaban en la procesión del Corpus, y bailaba libremente en la Danza de Espadas haciendo mofa e importunando al director de la danza [2]. Similar comportamiento tuvieron otras muchas máscaras gallegas diabólicas que tenemos documentadas en el Corpus, como los céntulos de Pontevedra y Redondela, fenos y fetoyros de Ribadavia y Allariz, gamachiño de Betanzos y demonios de Bouzas y Verín (cf. FICHAS: https://juliomontanes.synology.me/bases/mascaras/index.php?-action=list&-table=mascaras&-cursor=0&-skip=0&-limit=30&-mode=find&-edit=1&Claves=corpus) [3]. Dichas máscaras se justifican como materialización de la eterna lucha entre el bien y el mal, y no son, por supuesto, exclusivas del Corpus gallego: las hubo en las procesiones de buena parte de Europa y de la América hispano-portuguesa y todavía perviven algunas, generalmente trasladas al Carnaval o a otras fiestas (Diablos de Luzón (Guadalajara), Diabletes de Teguise (Lanzarote), Colacho de Castrillo de Murcia (Burgos)... etc.).

Según Casto Sampedro y Folgar, este personaje cómico-demoníaco de la Danza de Espadas de Baiona [4] era conocido también como el
Rabelo:

"Al extremo de la danza va otro individuo a quien llaman el Rabelo, armado de una pandereta, que sigue a los danzantes mofándose de ellos y buscando especialmente al capitán, a quien manifiesta horror y miedo, no sin hacerle travesuras a él o a los espectadores cuando están descuidados".

Sampedro relaciona al Rabelo de Baiona con los céntulos, choqueiros y cagasollas de las procesiones de Pontevedra y Redondela, relación que hay que hacer extensiva a los gamachiños de Betanzos y Ferrol, el ferreñeiro de Marín, los fenos o felos de Ribadavia y Allariz, y los Demos de Verín, Bouzas y Ourense (cf. FICHAS: https://juliomontanes.synology.me/bases/mascaras/index.php?-action=list&-table=mascaras&-cursor=0&-skip=0&-limit=30&-mode=find&-edit=1&Claves=%3DCorpus&-sort=Fecha+asc), lo mismo que a los bobos de la danza, existentes, con diferentes denominaciones, por toda la mitad norte de la Península y en otros países europeos (cf. Caro Baroja, p. 151 y López Álvarez, p. 22) [5]. Sampedro no dice que el Rabelo fuese enmascarado, y en las fotografías de principios del siglo XX aparece con la pandereta, pero sin máscara y vestido como el resto de los danzantes (cf. Foto 2, 1918). Sin embargo, parece probable que en origen fuese un personaje diabólico enmascarado como los céntulos y choqueiros mencionados, y la denominación Rabelo parece referirse a una cola o rabo corto que antiguamente formaría parte de su vestimenta [6].

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[1] Así lo denominan la mayoría de los autores que se han ocupado del asunto. Su nombre puede hacer referencia, como ya señaló el Padre Sarmiento, al latín
centunculus (ropa remendada de varios colores), o centoculos (que tiene cien ojos). Otras posibles etimologías que se han señalado son scincus (especie de cocodrilo) y scintillo ("centella", "chispa"), en alusión ambos a la Coca-dragón que acompañaban. En Pontevedra, donde también existió la máscara, se dice popularmente que su nombre hace referencia a una careta hecha con un caparazón de centolo (cf. FICHA nº 19: https://juliomontanes.synology.me/bases/mascaras/?-table=mascaras&-action=browse&-cursor=18). Creo que la primera posibilidad apuntada por Sarmiento es la más probable ya que se relaciona con el mundo teatral romano, en el cual el centunculus (túnica de muchos colores) era la vestimenta característica del Stupidus y acabó por dar nombre al personaje del bobo en el teatro clásico.

[2] Una lucha similar entre un enmascarado demoníaco y el director de una Danza de Espadas existió en Pontevedra y se hace en la actualidad en Betanzos, pero no hay pruebas documentales de que se hiciese así antiguamente en la localidad (cf. FICHA: https://juliomontanes.synology.me/bases/morosycristianos/index.php?-table=morosycristianos&-action=browse&-cursor=0&Numero==14).

[3] Figuras semejantes están documentadas en las procesiones del norte de Portugal. En Braga, por ejemplo, el capuchino François de Tours describe espantado la procesión de 1699, la cual, como en las villas gallegas, iba acompañada de un cortejo de carros de bueyes engalanados y de dos parejas de gigantes. Salían además en ella ocho enmascarados, entre ellos uno que danzaba y tocaba la guitarra delante del Sacramento: "..
.Je fus si aise de cela que je ne me sentais pas, car je n'avais jamais vu de ces sortes de processions où il y eût des personnes masquées qui dansassent. A dire le vrai, c'est un reste de paganisme, et on n'a jamais pu abolir ces manières si peu conformes au Christianisme. Le Roi et Messeigneurs les Évêques ont même eu bien de la peine d'abolir des danses extrêmement lubriques, que la pudeur ne me permet pas de peindre sur ce papier comme on me les a racontées". (cf. BARRAU-DIHIGO, Louis (ed.), "Voyage du P. François de Tours en Espagne et en Portugal (1698-1700), publié par L. Barrau-Dihigo", en: Revue hispanique: recueil consacré à l'étude des langues, des littératures et de l'histoire des pays castillans, catalans et portugais, tomo 53, nº 124 (1921), pp. 472-549; y BRAGA, Isabel Mendes Drumond, “Entre o sagrado e o profano: as procissões em Portugal no século XVIII segundo alguns relatos de estrangeiros”, en: Comunicações apresentadas no VIII Congresso Internacional A Festa, Lisboa, 18 a 22 de novembro de 1992, Sociedade Portuguesa de Estudos do Século XVIII-Universitária Editora, Lisboa, 1992, vol. II, pp. 455-468 (pp. 457-458).

[4] La danza de espadas corría a cargo de la cofradía de Santiago Apóstol, integrada por los mareantes del barrio de A Percibilleira. Se sigue haciendo en la actualidad en la villa, después de varias interrupciones, pero en las últimas décadas no en el Corpus sino en las procesiones de la Virgen del Carmen y de la Anunciada. Sin embargo, en 2016 los danzantes desfilaron de nuevo abriendo la procesión del Corpus y ejecutaron la danza de espadas delante de la capilla de Santa Liberata al terminar la misma, y se pretende mantenerla asociada al Corpus como antiguamente se hacía (cf.
https://www.youtube.com/watch?v=_o0BjRC6Nnc).

[5] Tales personajes son especialmente abundantes en las danzas de palos de la zona suroccidental de Asturias y del alto Bierzo, y se conservan algunas fotografías de los mismos (cf. el
xamascón de Rengos (Cangas de Narcea) en 1935 o 36. Foto: https://touspatous.es/wp-content/uploads/DANZA-03-RENGOS-Tous-002_processed.jpg).

[6] En gallego la voz
rabelo se refiere a un animal sin rabo, o con el rabo corto, pero también se utilizaba para denominar a seres míticos similares a los faunos y sátiros de la mitología greco-romana, los cuales supuestamente habitaban en los bosques gallegos (cf. FRANCO GRANDE, Xosé Luis, Diccionario Galego-castelan, Galaxia, Vigo, 1968, p. 634. Disponible: https://books.google.es/books?id=ToQKZXuI6vgC&pg=PA634). Variantes del nombre son rabelón y rabeleón, voz esta última utilizada, según Anxo Rosales González, para referirse a un personaje de la desaparecida Danza de Reis de Carballeda (Covelo-PO).

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REFERENCIAS:

CARO BAROJA, Julio, El estío festivo (fiestas populares del verano), Taurus, Madrid, 1984.
DASAIRAS VALSA, Xerardo, “A Virxe da Anunciada en Baiona”, en:
Tempos de festa en Galicia [coordinación, Benxamín Vázquez González], Fundación Caixa Galicia, A Coruña, 2008, vol. II, pp. 333-339 (p. 337).
GONZÁLEZ PÉREZ, Clodio,
As penlas e a danza de espadas, Concello de Redondela, Redondela (Pontevedra), 1987, pp. 30-31.
MARTÍNEZ CRESPO, José,
Corpus Christi en Redondela : Figuras, vestido e historia, Ir Indo, Vigo, 2008, p. 20.
LÓPEZ ÁLVAREZ, Juaco,
La fiesta patronal en Bimeda (Cangas del Narcea) : Danza de Palos y Teatro Popular, Museo Etnográfico de Grandas de Salime, Gijón, 1985. Disponible: https://redmeda-bibliotecadigital.s3.eu-de.cloud-object-storage.appdomain.cloud/lopez_1985_fiesta.pdf.
REY LAMA, Luis Alberto,
Por la Baiona de antes : De paseo por su cultura, PICA, Baiona, 2015, pp. 77 ss. y 499. Disponible: https://issuu.com/la2011/docs/por_la_baiona_de_antes_issuu.
SAMPEDRO y FOLGAR, Casto,
Cancionero musical de Galicia, Fundación Pedro Barrié de la Maza, A Coruña, 1982 [Ms. 1884-1924]., p. 189.

En internet:
Corpus en Baiona (Julio I. González Montañés):
https://juliomontanes.synology.me/bases/corpus/index.php?-table=corpus&-action=browse&-cursor=20
Nós Diario, "Palabras con memoria": https://www.nosdiario.gal/articulo/lingua/palabras-memoria-lingua-danzante/20221118134830156751.html