A todos cuantos han estudiado las costumbres y fiestas populares del municipio de Laza les ha llamado la atención la procesión de la Santa Cruz del día 3 de Mayo en la que se sintetizan viejos ritos paganos, como el de los
árboles de Mayo, con la misa y la procesión religiosa que se acompaña de representaciones teatrales populares: el Sacrificio de Isaac y una Disputa de un Moro con un Cristiano [1].

Los ritos festivos de mayo comienzan en Laza la noche del 30 de Abril cuando los mozos yerguen en la parte alta del pueblo un árbol (
Maio se le denomina), el más alto, recto y airoso que puedan encontrar -35 metros medía el de 2002-, árbol que es “robado” ritualmente a un vecino y adornado para que presida durante todo el mes, como símbolo de fertilidad, las fiestas de la villa [2]. El 3 de mayo, comienza la fiesta por la mañana cuando la banda de música recorre el pueblo para recoger a los participantes en los festejos y, finalmente, se dirige hacia la plaza de la Picota a buscar a Eva, una moza soltera de la localidad que ha sido elegida en secreto por los mayordomos de la fiesta y que por tradición ha de pasar la noche en una de las casas de la plaza, pero sin que se entere el resto de los vecinos que, en teoría, no deben de conocer la identidad de la elegida hasta que hace su aparición, vestida de blanco, con una guirnalda vegetal en la cabeza y flores adornado su vestido, una rueca en una mano y un cestillo de manzanas –antes naranjas- en la otra [3].

Los músicos llegan a la plaza acompañando a Adán, y a seis danzantes elegidos también por los mayordomos. Adán puede ser cualquier varón de la localidad –generalmente el papel recae varios años seguidos en la misma persona-, viste también de blanco, suele llevar una capa y porta al hombro una azada, símbolo del trabajo al que fue condenado el género humano tras la expulsión del Paraíso. Su función es bromear con Eva y hacerla reír, algo que ella debe de evitar a toda costa. El grupo va acompañado de una comitiva de mujeres hilando y hombres con azadas, y se les une una procesión con la imagen del Santo Cristo, la Virgen del Rosario, el pueblo, autoridades civiles y religiosas, y tres personajes caracterizados para la ocasión: Abraham, Isaac y un Ángel. Todos se dirigen hacia la iglesia y en el recorrido se ejecutan diferentes danzas y se representa en un tablado situado en la plaza de la Picota un curioso
Auto del sacrificio de Isaac que carece de diálogos y en el que los actores miman la acción siguiendo el relato de un pedricador que recita de memoria un texto en castellano [4].

Terminado el
Auto continúa la procesión y, llegados al atrio de la Iglesia, hay una última danza y se representa una disputa, en castellano, entre un Moro y un Cristiano que termina con la conversión de aquel (cf. FICHA BD Moros y Cristianos: https://juliomontanes.synology.me/bases/morosycristianos/index.php?-table=morosycristianos&-action=browse&-cursor=0&Numero==5). Allí se reparte también entre los danzantes la Rosca, dulce de la zona que se lleva en la procesión junto a un ramo de laurel adornado con cintas, lazos y naranjas, muy similar a otros ramos artísticos y espadelas que pueden encontrarse en las fiestas patronales gallegas.

Como en el caso de los
peliqueiros, algunos investigadores han querido ver en las celebraciones de Laza la supervivencia de una pareja pagana, el Rey y la Reina de Mayo, cristianizada como Adán y Eva [5]. La fecha elegida, el rito del árbol y el énfasis en lo vegetal en el vestuario de Eva, relacionan, es cierto, a Laza con celebraciones paganas de antiguo origen que festejan la regeneración de la naturaleza con la primavera y propician su fertilidad; festejos extendidos por toda Europa que sobreviven en los Mayos actuales [6]. La mayoría, sin embargo, no se atreven a ir tan atrás y piensan que en su forma actual, con la presencia del Sacrificio de Isaac y la procesión de la Santa Cruz, la celebración del 3 de mayo se emparenta con el teatro religioso medieval. El episodio de Isaac, imagen simbólica de Cristo, aparece en efecto con frecuencia en el teatro de la Edad Media, tanto peninsular como europeo, especialmente en el siglo XV y comienzos del XVI, y formó parte muchas veces de ciclos veterotestamentarios, como el Paradeisspiel alemán y los Cicle Plays ingleses, en los que se asocia con los episodios de Adán y Eva, sintetizando así el pecado y el sacrificio-redención [7].

Más allá de esta coincidencia temática, nada parece indicar un origen medieval, ya que tanto el vestuario actual como los textos en castellano, son mixtificaciones que no pueden remontarse antes del XIX. Sin embargo, se ha pasado hasta ahora por alto un rasgo que avala la antigüedad de la representación: la venda con la que Abraham cubre los ojos de Isaac en el
Auto de Laza. Ni el capítulo 22 del Génesis ni los comentaristas eclesiásticos mencionan la venda, un elemento poco frecuente que aparece sin embargo en el teatro y en el arte de los siglos XV y XVI [8], por ejemplo en la Consueta del sacrifici de què Abram volia fer de son fill Isach, pieza mallorquina del códice Llabrés, y en una de las obras del Códice de Autos Viejos (Auto del sacreficio de Abraham), por citar sólo casos peninsulares [9].

En el arte, es una variante poco frecuente en la iconografía del tema
, pero aparece esporádicamente en casi toda Europa desde la época paleocristiana, con especial frecuencia en el arte de los siglos XVI-XVIII. Para explicar la aparición de la venda en el arte medieval se ha pensado en una influencia del teatro o en la inspiración en las costumbres penales y las ejecuciones públicas. Cabe pensar también, teniendo en cuenta la correspondencia tipológica que la teología establece entre Isaac y Cristo, que se quiera plantear un paralelismo con las escenas de la flagelación y el escarnio ante Caifás ya que Marcos (14, 65) dice que a Cristo le cubrieron el rostro y Lucas (22, 64) que le cegaron o vendaron (et velaverunt eum) (véase http://sacrificiodeisaac.teatroengalicia.es).

El rasgo de los ojos vendados puede, por tanto, considerarse como un indicio del origen tardomedieval de la representación de Laza, máxime si se tiene en cuenta que no se menciona en el sermón del
pedricador, evidentemente tardío, aunque la memoria popular sostiene que siempre se ha hecho así, por lo que el rasgo podría provenir de un texto anterior. Una fecha a principios del XVI me parece probable ya que sabemos que por esos años existía en la vecina villa de Verín una Hermandad de la Santa Cruz que conmemoraba la Invención con procesión y disciplina [10].

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[1] Véase el texto en:
https://juliomontanes.synology.me/textolaza.htm y http://apoi.museodopobo.gal/28/39/MPG_ReXM_00017_001_en_0_00_01_B_id28_D.pdf

[2] El árbol presidiendo los festejos populares lo encontramos también en otras localidades orensanas como Entrimo y cuenta con paralelos por toda Europa donde se siguen decorando en algunos lugares (en Baviera por ejemplo). En el arte, tenemos testimonios iconográficos de su presencia en los festejos populares desde el siglo XVI (Pieter Bruegel el Joven, Danza en torno al árbol de Mayo, Musee d'Art et d'Histoire, Ginebra).

[3] Los etnógrafos que vieron la fiesta en el primer tercio del siglo XX hablan de naranjas y justifican su uso por la imposibilidad de conseguir manzanas en la zona en el mes de mayo, de modo que las manzanas actuales serían una innovación para restaurar la fidelidad al relato bíblico (véase FUENTES CANAL (1926); RISCO y LORENZO (1945) y TABOADA CHIVITE (1961), p. 31-32).

[4] En la década de 1930, el
pedricador se aprendía el texto de un cuadernillo impreso arrancado de un libro de origen desconocido al que los vecinos de la villa habían añadido un párrafo final (véase RISCO y LORENZO (1945), p. 250). Véase el texto actual en Tempos de festa en Galicia [coord. Benxamín Vázquez González], vol. 1, Caixa Galicia, A Coruña, (2006), pp. 338-339, y en nuestro Texto PDF.

[5] Véase RISCO y LORENZO (1945), p. 256 y GONZÁLEZ PÉREZ (1989), p. 24.

[6] RISCO y LORENZO (1945), p. 259 y OTERO FERNÁNDEZ (1991), p. 39.

[7] La interpretación de Isaac como antetipo veterotestamentario de Cristo arranca de San Pablo (
Gálatas, III, 16) y se hace explícita en el Pseudo-Tertuliano, San Agustín (La Ciudad de Dios, XVI, 32), Melitón de Sardes (Excerptorum libri sex) e Ireneo de Lyon, convirtiéndose pronto en un auténtico tópico que tiene manifestaciones tanto en el arte como en el teatro.

[8] En España el tema del sacrificio de Isaac está documentado en el Corpus de Gerona en el siglo XIV (SHOEMAKER (1973) [1935], p. 11; DONOVAN (1958), p. 119), y en el de Elche en 1478, según el
Llibre del Consell que menciona lo entrames de Abram (QUIRANTE SANTACRUZ (1987), p 180). También se representaba en Toledo, (ca. 1500) un Auto del sacrificio de Abraham (TORROJA y RIVAS (1977), p. 63). Hay así mismo testimonios de Autos de Abraham en el Corpus de Sevilla (en 1560 y 1571, ROUANET (1901) IV, p. 136), en Mallorca (LLABRÉS (1901) nº 26), Valencia (1557, Sacrifici de Abraham) y Alicante (1692, Sacrific de Isaac (FUSTER (1976), p. 44). El tema fue también muy utilizado en el teatro misionero americano para explicar que el Dios de los cristianos no quiere sacrificios humanos (véase DUREGON (1996). Fuera de la Península son también abundantes las obras que tratan el tema: para Alemania e Inglaterra véase un breve catálogo en ROUANET (1901), IV pp. 135-142. Para Francia e Italia HUERTA i VIÑAS (1976), p. 44 nota 1 y DUREGON (1996), p. 355. En Portugal, están documentadas representaciones de la Expulsão do Paraíso y del Sacrificio de Abraaão en Oporto (1621) y Nisa (1711), véase SALES MACHADO (2002), pp. 53-54. En Inglaterra, la venda se menciona en el Ludus Coventriae, en el drama de Brome (Suffolk) y en los Chester Plays. En Francia aparece en el Mistere du Viel Testament del siglo XVI (vv. 10225-30).

[9] Versos 179-82:
Enbenau-mé los ulls del cap; / guardau la bena no us scap. / L’esperit que pugna resestir; / so, pare, no vull contradir, cf. LLABRES (1901) nº 26. Texto en HUERTA i VIÑAS (1976), p. 127 y REYES PEÑA (1988), p. 242. Y as mis ojos de cubrir / porque a vezes se levanta / yra al tiempo de morir, / y por no ver deçendir / el cuchillo a la garganta (ROUANET (1901) nº 1, vol I, p.19). Un paralelo peninsular en el teatro popular actual lo tenemos en la representación de Vallibona (Castellón): “siendo preciso cumplir / lo que Dios tiene dispuesto / voy a vendarle los ojos / a mi hijo con el pañuelo”, cf. JULIÁ MARTÍNEZ (1930), p. 100.

[10] En 1560 (11 de Mayo) se fundó en Verín la
Hermandad de la Misericordia que absorbió a la ya existente de la Santa Cruz incorporando sus reglas y obligaciones a las de la nueva (Archivo Parroquial de Verín (en la actualidad en el ADOU): Registro de escrituras de la Hermandad de la Misericordia y Libro de quentas y razón de la Cofradía de la Misericordia, véase TABOADA CHIVITE (1961), p. 33).

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REFERENCIAS:

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En internet (Julio I. G. Montañés):
https://juliomontanes.synology.me/laza.htm http://sacrificiodeisaac.teatroengalicia.es/iconografia.htm

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