Según el cronista compostelano Celestino Sánchez Rivera, en 1620 se representó en el sótano del Hospital Real de Santiago "
el juego de la Máquina Infernal, que después se dirigió a La Coruña". Sánchez Rivera no indica la fuente documental de su afirmación ni en qué consistía el juego, probablemente un espectáculo de acróbatas con aros de fuego y/o pirotecnia [1].

Sánchez Rivera añade también que en los sótanos del Hospital, antiguamente almacenes y caballerizas:
"más tarde, en el siglo XVIII, daban funciones los saltimbanquis, y por último se hacían comedias a comienzos del siglo XIX, cuyos productos se destinaban a los niños de la Inclusa..." [2]. De principios del siglo XIX tenemos efectivamente noticias de representaciones teatrales en el Hospital Real compostelano. En 1813, por ejemplo, la compañía de Agustín Llopis consiguió permiso para representar en él "piezas patrióticas, comedias jocosas, dramas morales, alguna tragedia, sainetes y escenas de sombras y un poco de baile", y en 1814 representaron allí dos compañías: la de Policarpo Ferrer y Benito Cantos y la que formó Agustín Llopis con Vicente Estella (cf. PÉREZ COSTANTI, Pablo, Notas viejas Galicianas, Imprenta de los Sindicatos Católicos, Vigo, 1925-27, vol. II, pp. 61-63).
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[1] Desde el siglo XVI y hasta el XIX, la denominación "
máquinas infernales" se aplica a artefactos explosivos compuestos de pólvora y metralla utilizados para demoler murallas en las guerras, a veces armados en barcos que se lanzaban contra defensas costeras o, simplemente, para referirse a bombas como las que se utilizaron en atentados contra Napoleón o Luis Felipe de Orleans. No parece posible que un espacio cerrado como los sótanos del Hospital Real compostelano [https://juliomontanes.synology.me/images/hospital.jpg] fuese adecuado para un espectáculo con pólvora, pero en algunos diccionarios castellanos del siglo XIX "máquina infernal" aparece como definición de "aro de fuego" (cf. https://books.google.es/books?id=BstKAAAAcAAJ&pg=PA67) y quizá el espectáculo compostelano consistiese en una función de tipo circense, con acróbatas pasando a través de aros metálicos cubiertos con sustancias ardiendo.

[2] Su afirmación, en lo referente al destino de los ingresos por las representaciones, se repite en numerosas publicaciones posteriores aunque nadie cuantifica su valor ni el porcentaje que suponían en sus rentas. En cualquier caso, la asociación de los establecimientos hospitalarios con el teatro y otros espectáculos como los taurinos es muy frecuente en España desde el "
privilegio de las comedias" concedido por Felipe II en 1587 al Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona, y es una de las razones aducidas por los defensores de las comedias frente a los que desde finales del siglo XVI pretendieron prohibirlas. En el caso gallego consta que los primeros teatros estables de la segunda mitad del siglo XVIII (los de Nicolà Setaro en A Coruña y Ferrol) estaban obligados a destinar parte de sus ingresos a los hospitales de beneficencia (véase FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, Carlos Manuel, “Espectáculos, ópera y hospitales en España”, en: Revista de Musicología, vol. XII, nº 2 (1989), pp. 567-589. Disponible: https://goo.gl/N8sjRG y CORREAL Y FREIRE DE ANDRADE, Narciso, La Coruña benéfica del siglo XVIII : Teresa Herrera, Imprenta Ferrer, A Coruña, 1909, pp. 97 ss.). En Compostela, sabemos que en el siglo XIX la Casa Hospicio de Bonaval tenía un pequeño teatro en el que los huérfanos daban conciertos (su agrupación musical, creada en 1848, se convirtió más tarde en la Banda Municipal), y representaban obras teatrales de temática religiosa cuyas entradas complementaban las rentas de la institución (a mediados de la centuria representó allí el ferrolano Alberto Camino sus perdidos dramas navideños en gallego y en castellano). En Ourense también consta que en el siglo XIX un porcentaje de los ingresos del teatro se destinaba a las instituciones de beneficencia (véase GONZÁLEZ GARCÍA, Miguel Ángel, "Teatro y beneficencia en Ourense en 1841", en: Revista Auria, nº 139 (2008), pp. 24-25).

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REFERENCIAS:

SÁNCHEZ RIVERA, Celestino (Diego de Muros),
Notas compostelanas : Historia - Tradiciones - Leyendas - Miscelánea, Galí, Santiago de Compostela, s. d. [1946], p. 200.

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