En 1749 el obispo de Astorga, Matías Escalzo y Acedo [1], ordenó después de una visita pastoral al santuario de As Ermidas: “…que no se permitan en el atrio comedias, representaciones profanas, bailes, danzas ni saraos públicos ni secretos”. Seguramente las representaciones que se prohibieron corrían a cargo de vecinos del lugar o de las localidades cercanas, como en otros casos documentados con anterioridad en el santuario (cf. FICHAS nº 308: https://juliomontanes.synology.me/bases/representaciones/index.php?-table=representaciones&-action=browse&-cursor=0&Numero==308 y 311: https://juliomontanes.synology.me/bases/representaciones/index.php?-table=representaciones&-action=browse&-cursor=0&Numero==311).

Sabemos también que, desde finales del siglo XVII, se representaba los Viernes Santos en el atrio del santuario, como se sigue haciendo en la actualidad, la ceremonia parateatral del Desenclavo, con uso de cortinas, carracas y una imagen articulada de Cristo (véase: https://juliomontanes.synology.me/bases/desenclavos/?-table=desenclavos&-action=browse&-cursor=26).

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[1] El santuario de la Virxe de As Ermidas (O Bolo, Ourense), pertenece en la jurisdicción eclesiástica a la diócesis de Astorga (León).

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REFERENCIAS:

CASTRO VOCES, Antonio, El Santuario de As Ermidas: estudio histórico-artístico, económico, socio-religioso y educativo (1624-1990), Instituto de Estudios Valdeorreses. Cuaderno monográfico nº 26, O Barco de Valdeorras, 1999, p. 320.