En Galicia no se conserva ningún texto, ni latino ni vernáculo, de las populares representaciones de Reyes tardomedievales, pero algunas referencias en las Actas capitulares de la Catedral compostelana y el reflejo que los dramas dejaron en la iconografía indican que el género no fue desconocido en tierras gallegas, y tenemos además indicios tempranos de la importancia de las ceremonias relacionadas con los Magos en la liturgia de la zona galaica: es el caso del Responsorio de la Lectio VIII de maitines de un Oficio de Reyes encontrado en un pergamino del siglo XII procedente del Bierzo (San Esteban del Toral) en el que las frases que corresponden al diálogo entre Herodes y los Magos tienen un desarrollo musical muy extenso lo que ha llevado a pensar que podría tratarse de una pauta dramatizable [1].
Las únicas manifestaciones teatrales del culto a los Magos de las que tenemos noticias directas en tierras gallegas son la representación de Santa Clara de Monforte (véase FICHA nº 86: https://juliomontanes.synology.me/bases/representaciones/index.php?-table=representaciones&-action=browse&-cursor=0&Numero==86) y la festividad del Argadillo de Reyes en la Catedral de Santiago que aparece mencionada en las Actas capitulares compostelanas de principios del siglo XVI, aunque con referencias a la antigüedad de la fiesta. El dato es conocido desde que el canónigo e historiador D. Antonio López Ferreiro publicó a finales del siglo XIX extractos de las Actas, pero ha sido poco utilizado por los historiadores del teatro que, influenciados por la interpretación de López Ferreiro, han mostrado tendencia a minimizar su importancia considerándolo poco más que un espectáculo de fuegos artificiales.
Consistía la ceremonia en una procesión en la que tres miembros del cabildo -un dignidad y dos canónigos-, vestidos con ricos ropajes, representaban el papel de los Magos entrando en la ciudad acompañados por una gran comitiva y dirigiéndose a la Catedral donde plantaban sus tiendas ante la fachada del Paraíso -hoy Azabachería-. La noche de Reyes, entraban en la Iglesia donde tenía lugar la representación en un tablado levantado al efecto, concluyendo la fiesta con un convite para los miembros del cabildo. Para López Ferreiro, la fiesta "se celebraba con fuegos artificiales, de donde provino el nombre argadelo, que viene a ser lo mismo que girándula". No he podido encontrar, sin embargo, referencia a los fuegos artificiales en las Actas capitulares y creo que López Ferreiro probablemente supuso su existencia porque conocía un relato similar al de los festejos que tuvieron lugar Salamanca con motivo de la boda de Felipe II en el que se describe un argadillo con fuegos de artificio [2]
Sin embargo, este no es el único significado de la voz argadillo (o argadijo), que ya en el siglo XVI (Fray Antonio de Guevara) tenemos documentada con el significado de devanadera, el mismo que mantiene la palabra en el castellano actual y el que conserva en el gallego la voz argadelo (ambas derivadas del latín arganum: "especie de grúa"). Tanto el arganum / ergatellus romano como los argadillos/devanaderas son aparatos giratorios en los que intervienen siempre cables y cuerdas por lo que creo probable que el término argadillo tal y como se emplea en las Actas capitulares compostelanas haga alusión a la existencia de algún artefacto giratorio con cables, un torno que sirviera para mover la estrella que guía a los magos lo que concordaría con las noticias que poseemos en otros lugares sobre maquinarias semejantes. Cierto que la denominación argadillo podría también hacer referencia a la acepción figurada del término, aludiendo al bullicio y movimiento que generaba la fiesta, pero este sentido de la palabra aparece tardíamente y creo que la interpretación apuntada es la correcta si tenemos en cuenta que Vasari denomina arganetto al artefacto que hacía desplazarse a una linterna que simulaba el sol en una representación que tuvo lugar en Florencia con motivo de las bodas de Cosimo I y Leonor de Toledo (Vite, IV, 442), la misma voz que emplea en la descripción de la maquinaria diseñada por Brunelleschi para la representación de la Anunciación en la iglesia de San Felice in Piazza de Florencia (ca. 1435-40), para referirse al ingenio utilizado para hacer descender por medio de cuerdas al arcángel Gabriel.
Conviene recordar que la voz argano sigue teniendo en el italiano actual el significado de grúa, lo mismo que en castellano donde el término aparece documentado, según Corominas, desde 1526. Que el argadillo compostelano era una especie de torno o grúa lo confirma una referencia recogida en el Acta capitular del 13 de Enero de 1563, en la cual se acuerda imponer una multa al Cardenal García Díaz de Mesía por no haber "dicho y entonado el ymno ‘Nuntium vobis’ desde las bobedas, ni echado el argadillo la noche de los Reys á las laudes con la solemnidad que se suele hazer hauiendole hechado el argadillo y ymno la víspera de nuestra Señora de la O, según que siempre se acostumbró hazer". La utilización del verbo echar y la noticia sobre la utilización del mecanismo "la víspera de Nuestra Señora de la O" indican, a mi entender, que se trataba de un torno, que en esta ocasión serviría para hacer descender desde lo alto de las bóvedas del templo una paloma de madera sujeta con cables. Este uso está atestiguado en representaciones de la Anunciación en otras iglesias peninsulares (Barcelona, Valencia, Lérida etc.) y, por otra parte, la existencia de un ingenio de este tipo no puede resultar extraña en un templo donde todavía perviven artefactos aéreos como el botafumeiro, documentado al menos desde el siglo XIV. He mantenido en mi Tesis doctoral (cf. GONZÁLEZ MONTAÑÉS (2002), p. 305) que el argadillo compostelano era un torno destinado a mover la estrella, aunque ntonces no conocía el artículo de José Filgueira Valverde, en el que con anterioridad se había apuntado esa posibilidad (cf. FILGUEIRA VALVERDE, Xosé, Adral, Edicións do Castro, Sada, 1979, nº 27, pp. 116-19), admitida posteriormente por Manuel Rodríguez Alonso en su Historia de la literatura gallega (2002), y por Xosé M. Sánchez en 2019, cuyos trabajos, por imposibilidad cronológica, entonces tampoco conocía.
El Acta de 13-01-1563 es muy interesante ya que demuestra que el cabildo consideraba al argadillo como parte de la liturgia, de modo que no celebrarlo se tenía como "notable defecto y falta en el oficio divino" que era necesario "castigar fraternal y caritativamente segun lo suelen acostrumbrar hazer", castigo fraterno que costó a Díaz de Messía la cantidad de 300 reales que el cabildo le impone en la necesidad de evitar sentar un precedente: "porque en adelante no se tome ocasión de no se hazer...".
Quizá la fiesta decaía y ya en Actas anteriores (7 de Enero de 1511) hay noticias de multas a los beneficiados (en este caso Pedro de Babío y Bartolomé López) a los que correspondían los festejos y no los celebraban (100 reales). Ambas Actas se refieren al argadillo como algo "de antigua costumbre en esta Sancta Iglesia", lo que parece indicar que aunque las noticias que tenemos son del XVI, éstas se refieren al período terminal de la fiesta que debía de haber venido celebrándose en Compostela desde mucho antes.
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[1] Véase GARCÍA ANTA, Manuel, "Dos piezas religiosas medievales (El Bierzo-León)", en: Tierras de León: Revista de la Diputación Provincial, vol. XXIV, nº 54 (1984), pp. 111-116 (Disponible: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2007644) y ÁLVAREZ PELLITERO, Ana María, "Aportaciones al estudio del Teatro medieval en España", en: El Crotalón. Anuario de Filología Española, vol. II (1985), pp. 13-35 (pp. 17-18).
[2] "Acabados los toros, comenzaron a jugar un poco aquellos caballeros, no con mucho calor ni orden. Lo que más pasatiempo dio fue un argadillo que estaba encima de la picota en que había muchas ruedas, unas contra otras, llenas de cohetes muy artificiosamente hechos, de los cuales se causaban tan grandes truenos como si fuera una batería muy de propósito y concertada. Duró esto casi toda la fiesta…" (Recibimiento que se hizo en Salamanca a la princesa doña Mª de Portugal, viniendo a casarse con el Príncipe Don Felipe II, BnE, MS. nº 4013, fol. 83. Disponible: http://cervantesvirtual.com/historia/CarlosV/8_5_transcripcion_manuscrito.shtml).
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REFERENCIAS:
Archivo de la Catedral de Santiago, Actas Capitulares: 17 de diciembre de 1506, 7 de enero de 1511, 4 de enero de 1525, 22 de noviembre de 1531 y 13 de enero de 1563 (Tomos 478 (1505-1512), 481 (1524-26), 483 (1530-33) y 516 (1559-70).
LÓPEZ FERREIRO, Antonio, Galicia en el último tercio del siglo XV, Andrés Martínez editor : Tipografía de la Casa de Misericordia, A Coruña, 1896-1897 (2ª ed. 2 vols.), vol. II, p. 371. Disponible: http://www.galiciana.bibliotecadegalicia.xunta.es/pt/consulta/registro.cmd?id=8885
LÓPEZ FERREIRO, Antonio, Historia de la Santa A. M. Iglesia Catedral de Santiago de Compostela, Imp. y Enc. del Seminario Conciliar Central, Santiago, 1898-1909, vol. VII, p. 382. Disponible: http://bit.ly/2f5ecI6.
SÁNCHEZ SÁNCHEZ, Xosé M., “De una cabalgata de Reyes en la Compostela medieval. Epifanía y Argadelo”, en: Galicia Histórica : Hoja de historia y documentos compostelanos, Archivo de la Catedral de Santiago de Compostela, año 4, nº 39 (2019), p. 1. Disponible: https://catedraldesantiago.es/wp-content/uploads/2017/05/39.-Diciembre.pdf.
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