En Lugo, las exequias de Carlos II y la proclamación de Felipe V provocaron un conflicto entre el Ayuntamiento y el Cabildo catedralicio. El Cabildo hizo unas exequias por Carlos II en la Catedral, sin asistencia de la Ciudad, mientras que ésta decidió aplazar el luto para celebrar primero la proclamación del Borbón [1]. Posteriormente el Ayuntamiento quiso hacer también exequias en la catedral lucense por el último de los Austrias, pero el Cabildo se negó a permitirlas aduciendo que ya se habían hecho con la solemnidad acostumbrada.

El conflicto entre ambas instituciones quedó reflejado en los Libros de Consistorios, y gracias a ellos sabemos que durante las fiestas municipales se representaron "comedias del colegio", en las cuales los miembros del Cabildo se quejaron de haber estado "mal sentados". La referencia al colegio (la cátedra de gramática en el seminario de San Lorenzo) lleva a pensar que en las representaciones podrían haber intervenido sus alumnos.

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[1] El aplazamiento de las exequias de un monarca para hacer primero la fiesta de proclamación de su sucesor era algo relativamente frecuente, y en este caso el Consejo Real había ordenado que se hiciera inmediatamente la proclamación y jura de Felipe V, aunque no se hubiesen hecho las honras fúnebres de Carlos II.

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REFERENCIAS:

Arquivo Municipal de Lugo. Actas capitulares de 1701 [=Libros de Consistorios de Lugo]. Libro 33. Acta de 30/01/1701.

ABEL VILELA, Adolfo de, A pompa funeral e festiva como exaltación do poder : o cerimonial en Lugo, Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos-CSIC, Santiago de Compostela, 1999, p. 69.

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