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Los gigantes de A Coruña en 1883.

Grabado en La Ilustración Española y Americana

 

Los Gigantes en Galicia



    No son muchos en Galicia los gigantes que han llegado hasta nuestros días si los comparamos con los abundantísimos de Cataluña y Aragón, pero son casi 80 las localidades gallegas en las que siguen saliendo (más de 100 si sumamos aquellas que hoy solo tienen cabezudos) y, si los unimos a los del norte de Portugal, y los de Sanabria, el Bierzo y el occidente asturiano, resulta ser el área noroeste de la Península uno de los grandes centros europeos en los que pervive la tradición gigantera, solo por detrás del área catalana-aragonesa y de la flamenca-valona en número de ejemplares. En la práctica totalidad de los casos  gallegos se trata de una tradición recuperada –de los gigantes históricos solo los de la catedral de Santiago tuvieron continuidad hasta la actualidad-, y en la mitad de una costumbre del siglo XX, o de una novedad introducida recientemente, pero de unos cuarenta hay noticias de su existencia en el siglo XIX, de cinco en el XVIII y de tres en el siglo XVII (A Coruña, Santiago y Pontevedra).

 

   Hasta donde yo conozco, la primera referencia segura de los gigantes procesionales en Galicia aparece en A Coruña en un documento de 1617 en el que se describe el ceremonial de las fiestas de la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad. Los gigantes salían entonces acompañando a los Vicarios de la cofradía y se dirigían a las Casas Consistoriales para recoger a la Justicia y el Regimiento y encabezar la procesión. En 1658 los tenemos documentados en Pontevedra participando en la procesión del Corpus, y en Santiago constan en 1660 en las Actas capitulares y en el Libro de Fábrica de la Catedral compostelana pagos al escultor Mateo de Prado por los moldes “para los ocho gigantes del Corpus”. Las investigaciones del archivero Pablo Pérez Costanti no han podido precisar si se trataba de los primeros o sustituían a figuras anteriores deterioradas, el número de ocho coincide con el que tenemos documentado en otros lugares en el siglo XVII (Valladolid o Toledo, por ejemplo), y sabemos que en Santiago se les tenía por representación de los peregrinos que desde diferentes partes del mundo acudían a Compostela para visitar al Apóstol, siendo las figuras personificación de las razas y continentes.

 

   En el resto de las localidades gallegas, la mayor parte de las noticias que tenemos son del siglo XIX pero con indicios de mayor antigüedad. En Redondela, por ejemplo, solo tenemos noticias fidedignas de la presencia de los Gigantones en la procesión del Corpus desde mediados del XIX pero uno de los gigantes de Redondela, el San Cristóbal que sacaban los molineros y panaderos, tiene exactos paralelos en otros lugares desde el siglo XIV y en el norte de Portugal (Oporto) desde 1482, por lo que podemos suponer que su presencia en la procesión del Corpus redondelano se remonta a sus inicios bajomedievales. Lo mismo cabe decir de los gigantes de A Coruña, que debieron de salir en el Corpus antes que en las procesiones del Rosario, los de Pontevedra (documentados desde 1658 pero probablemente anteriores teniendo en cuenta la antigüedad del Corpus en la ciudad) o los de Santiago, ya que el documento de 1660 no da a entender que se tratase de una novedad en Compostela.

 

    Del siglo XVIII tenemos algunos datos en Betanzos (A Coruña). En 1756 se prohibió la danza que realizaban en el atrio de la iglesia de Santiago al regreso de la procesión de Corpus, pero no sabemos desde cuando salían ya que las descripciones de la procesión que conservamos del siglo XVII no los mencionan. También los había en ese siglo en Noia (A Coruña), en Tui (Pontevedra) y en Ribadavia (Ourense).

 

   Otros lugares en los que consta la presencia de Gigantes, ya en el siglo XIX, son Viana do Bolo, Allariz, Melide, Ferrol, Cambados, Vigo, Vilanova de Lourenzá, Ribadeo, Baiona, Ourense, Lugo, Padrón, Vilagarcía, Carril, Caldas de Reis…., de manera que en 1892 Martínez Salazar no dudaba en afirmar que: “en el último quinquenio”, en los programas de fiestas patronales de las ciudades y villas gallegas nunca faltaban los “Gigantes y Cabezudos”. En la primera mitad del siglo XX las noticias se multiplican y los gigantones se extienden por todo el país convirtiéndose en atracción imprescindible en los festejos, y en el siglo XXI aparecieron en otros lugares en los que no había tradición. He podido catalogar más de 150 localidades gallegas, desde el siglo XVII hasta la actualidad, en las que salieron gigantes y/o cabezudos. Varias pertenecen hoy administrativamente al mismo ayuntamiento o tuvieron/tienen más de una comparsa: Vigo, por ejemplo, tiene tres fichas en el catálogo (Vigo, Bouzas y Lavadores), Ferrol cuatro (Ferrol, Canido, Serantes-A Graña y Esmelle), Vilagarcía de Arousa tres (Vilagarcía, Carril y A Torre), A Coruña otras tres, Redondela también tres... etc. En aproximadamente una veintena de casos la presencia de los gigantes y cabezudos en las fiestas fue puntual y con figuras prestadas o alquiladas, pero son algo más de un centenar las comparsas únicas documentadas, de manera que en una tercera parte de los Concellos gallegos hubo gigantes y/o cabezudos propios (véase la Base de Datos).

 

 

Los gigantones de Santiago en 1880.

Grabado en La ilustración gallega y asturiana

 

 

 

Los gigantes de Pontevedra en 1882.

Grabado en La Ilustración Española y Americana

 

© Julio I. González Montañés 2012-2017

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