Tutivillus
                     © Julio I. González Montañés
      
Drop Down Menu

 

 

Tutivillus y sus alter ego

 

  Desde la publicación del trabajo de Margaret Jennings [1], se acepta generalmente que el origen de la voz Tutivillus se encuentra en la Casina de Plauto, algo que ya había afirmado Francis Douce en 1807 aunque otros autores posteriores propusieron diferentes hipótesis sobre el significado y el origen del nombre [2].

 En efecto, el dramaturgo romano Plauto, conocido en la Edad Media en ambientes escolares, utiliza la voz titivillicium, con el sentido de menudencia o cosa de poca importancia, en un diálogo de su Casina, 2, 5 39:

Non ergo istuc verbum emissim titivillitio

Nam omnes mortales Diis sunt freti: sed tamen

Vidi ego Deis fretos saepe multos decipi.

 

  El nombre haría pues referencia a su papel como recolector de chismes y sílabas, pero se han propuesto otras muchas etimologías: Collier deriva el nombre de totus y vilis, y J. M. Cousin de titi villus [barba de pluma de paloma]; André Vernet lo relaciona con la diosa romana Τutilinam, mencionada por San Agustín. Schroeder cree que es simplemente un juego de monjes, un anagrama del diablo; John Carter Allen piensa que se trata de una latinización burlesca del verbo sajón Tutil (tocar el cuerno), otros creen que hace referencia a su actividad como escritor de tituli, y hay también quien afirma, como  Sir Thomas Elyot en su Dictionary de 1538, que no significa nada: "Titivillitium (...) sygnifyeth nothynge".

  Carter Allen señala también que en algunos textos es probable que Tutivillus sea una personificación de los curas y predicadores lolardos, acusados de corromper el latín litúrgico y de cantar en un tono nasal, como un cuerno, de manera que la u/v añadida al nombre sería un elemento burlesco (en el drama del Iudicium de Towneley, Tutivillus se presenta como "master Lollar").

   Demonio de los errores en las palabras, Tutivillus parece haber hecho honor a su rol confundiendo a los autores medievales, de manera que su nombre aparece en los textos con decenas de variantes y aliteraciones.

  Las dos formas más corrientes son Tutivillus y Titivillus, pero podemos encontrar muchas más: Tytinillus, Titytillus, Tithinilus (Mystere L'Assomption de la Vierge, Tintillus, Titelinus (Recull de Eximplis), Titulinus, Titufullus, Tutenillus, Titinil (Pfarrkircher y Haller Passionsspiele), Tutevillus (Redentintr Osterspiel), Tutivill (Iudicium de Towneley), Thittwil (Das Künzelsauer Fronleichnamsspiel), Tituillus (Vox Clamantis de John Gower), Tytyuillys (The Assembly of Gods de John Lydgate), Titevullus, Tuevulus, Titinellus (Tractatus ascetici duo... de paenitentia... ordinarium vitae religiosae de Juan de Gales), Tutiwillus (en Dinamarca), Titivitilarius, Titifillus, Tibini (en Bohemia)… etc.

____________

Belial y Baalberit

 

Belial, uno de los demonios cuyo nombre aparece en la Biblia, es el protagonista del Libro de Belial de Jacobo de Teramo. En varios manuscritos de la obra, los intentos de Belial de entrar al infierno para liberar a Lucifer, se ilustran con una Boca en la que aparecen varios demonios y Satanás atado a un poste (Apocalipsis 20:2-3), ante los cuales se presenta Belial con un pergamino sellado con los pecados de José que va a ser juzgado en la demanda interpuesta por Satanás contra Jesucristo por haber entrado en el infierno “sin permiso” en su anástasis.

Evidentemente, Belial no es Tutivillus, pero creo que su iconografía está inspirada en la de éste último y, como Tutivillus, su nombre significa "despreciable", "minucia" o "cosa de poca importancia". Además, en algunos casos en el arte (véase FOTO) aparece acompañado por un demonio tocando una trompa (atributo de Tutivillus).

En cuanto a Baalberith, también mencionado en la Biblia (Jueces, 9), es, como Belial, una de las versiones del dios supremo del panteón fenicio, Baal. Adorado en Beirut (Líbano), era conocido como el Baal de la Alianza (en hebreo Baal Berith), ya que ante él se sellaban los pactos, comerciales, militares, o de cualquier tipo, entre las ciudades-estado fenicias o entre particulares, siendo testigo y guardián de los juramentos.

Tras la implantación del cristianismo su figura, como las de Beelzebub (Baal-zebub) y Baalfegot, "se satanizó y pasó a convertirse en bibliotecario y conservador en jefe de los archivos del Infierno. De tal forma que cuando llega el momento del juicio individual de un alma o final tras la resurrección de los muertos, es el que aparece con toda la documentación recogida durante años de observación en los que están escritos los pecados de cada hombre y le sirve de denuncia ante el arcángel san Miguel para delatar el alma y llevársela al Infierno" (ARAGONÉS ESTELLA (2013), s. p., véase también COLLIN DE PLANCY, Diccionario infernal, Barcelona, 1968, p. 131).

Esta función de recopilador de pecados lo convierte en un alter ego o en un superior de Tutivillus y, como notario/escribano, lo encontramos registrando supuestos pactos diabólicos como el del sacerdote francés Urbain Grandier, acusado de mantener relaciones sexuales con las monjas del convento de Loudun y ejecutado en 1634 teniendo como prueba principal un documento "sacado de los archivos del Infierno", pretendidamente escrito y rubricado por Baalberith (véase FOTO).

 

Milleartifex

 

    En un capitel del primer tramo norte de la girola de la iglesia románica de  Notre-Dame-du-Port de Clermont-Ferrand (Auvernia, Francia), se representa el castigo de la usura con el usurero en el centro del capitel y, a cada lado, dos diablos sujetando al pecador y sosteniendo una cartela que dice:

MILLE ARTIFEX SCRIPSIT TU PRISIST USSURA S.R.E.

  La interpretación de la inscripción no es sencilla, pero creo que Robert de Lasteyrie acertó en 1890 al identificar al ‘MILLE ARTIFEX’ del texto con el demonio que así dice llamarse en una apócrifa Vida de San Marcial de Limoges publicada en 1671 por Thomas Beaulxamis como apéndice de su edición de las Histoiras apostolicas de Abdias (París, 1671, fol. 166r):

"...quibus dixit beatus Marcialis: Dicite in conspectu omnium quibus nuncupemini vocabulis. Unus ex ipsis dixit: Ego vocor MILLE ARTIFEX. Apostolus dixit : Quare ergo tu vocaris Mille artifex? Daemon respondit: Quia mille habeo artes ad decipiendum genus humanum".

 Se trata pues de un demonio (’Milmañas’, creo que sería una buena traducción de su nombre), experto en engañar con artimañas al género humano, y escritor de sus pecados como indica el texto de la cartela y su representación plástica con cálamo y tintero. Es claro que no se trata exactamente de Tutivillus, pero sí de uno de los muchos casos de demonios escritores de pecados que están en el origen del exemplum de Jaques de Vitry y en la posterior denominación de Tutivillus [3].

 Cesáreo de Heisterbach menciona en su Dialogus Miraculorum a un milleartifex diabolus, Raimundo de Peñafort habla también de un diabolus milleartifex (no está claro si es un nombre) y Stephanus de Borbone, en su Tractatus de diversis materiis praedicabilibus (c. 1250) se refiere también a él, remitiéndose al testimonio de Jourdain de Saxe, y dice:

  Audivi a fratre Jordano, ordinis Predicatorum quod, cum divino judicio quidam frater arreptus esset, et quereret a demone, adjurando eum, quomodo vocaretur, respondit quod Mille Artifex, quia mille modos et artes habebat homines seducendi.- Et ut scias, ait, quod verum dico, ego sum qui decipio magnos theologos, decretistas et legistas, physicos, barones, milites, prepositos, mercatores. Et incepit singulorum verba, gestus et modos et officia ei representare, usque ad donicellas dominarum, que serviunt  in cameris earum, blandiendo eis et adulando et moiliter loquendo.

 

  Tales demonios notarios no son exclusivos del cristianismo. La creencia en que las divinidades anotan las acciones humanas se remonta a Babilonia, está documentada en Grecia (Eurípides) y en la tradición judía, y cuenta con paralelos en las religiones orientales. Un pariente de Tutivillus lo tenemos, por ejemplo, en el "demonio" de la mitología hindú, Xitragupten o Chitragupta, secretario del dios de los muertos, Yama, encargado de llevar un registro escrito de las acciones de cada hombre durante su vida y basándose en él fundamentar su sentencia una vez fallecido.


____________________

[1] Véase JENNINGS (1977), pp. 36 ss.

[2] Véase JENNINGS (1977), pp. 36 ss  y CUSHMAN (1900) p. 36. DOUCE, Francis, Judicium, a pageant, extr. from the Towneley MS. of ancient mysteries, Taylor, Londres, 1822, p. 25; COLLIER, John Payne, The history of English dramatic poetry to the time of Shakespeare: and Annals of the stage to the Restoration, J. Murray Londres, 1831, p. 223. SCHRÖDER, Karl, Redentiner Osterspiel nebst Einleitung und Anmerkungen, herausgegeben... Norden-Leipzig 1893, p. 17; SOBIESKI STUART, John (pseud. de John Carter Allen), Ed. URQUHART, Richard (Sir.), Vestiarium Scoticum: From the Manuscript Formerly in the Library of the Scots College at Douay, W. Tait, Londres, 1842, p. xiii. Sobieski/Carter presenta la obra como sacada de un manuscrito de la autoría de Schyr Richard Urqvharde, Knycht [=Sir Richard Urquhart, caballero], pero hoy se cree que el Vestiarium es prácticamente una invención de John Carter Allen y de su hermano Charles Manning Allen.

[3] Una escena muy parecida aparece en otros dos capiteles auvergneses (Ennezat y St. Julien de Brioude), ambos con cartelas e inscripciones similares.

 

 

 

Tytinillus en un grabado alemán del siglo XVIII

 

Titinillus escribiendo los pecados. Fresco de la Iglesia evangelista de St. Anna zu Steeg (siglo XV)

 

 

 

Belial ante las puertas del Infierno. Manuscrito alemán del siglo XV (Karlsruhe, Badische Landesbibliothek)

 

 

Firma de Baalberith en el pacto de Urbain Grandier

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capitel de  Notre-Dame-du-Port

 

 

 

 

 

 

 

 

Yama y Chitragupta.

 Litografía, Calcuta, c. 1895 (British Museum).