Tutivillus
                     © Julio I. González Montañés
      
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Pacto de Teófilo, miniatura de las Cantigas de Alfonso X el Sabio, finales del siglo XIII, Cantiga nº 3

 MS. Escorial T.I. I, fol. 8 r.

 

 

Origen

 

  Suele afirmarse que la historia de Tutivillus como recopilador de errores en los oficios divinos y chismorreos en los templos aparece relatada por primera vez en los Sermones vulgares  y la Historia Occidentalis de Jaques de Vitry (c. 1201-20), aunque en ellos no se menciona su nombre, el cual no aparece hasta los escritos de Guillermo de Auvernia (De Universo, ca. 1230-36).

  Sin embargo, existe un texto anterior a los de Vitry en el que aparece la misma historia, al cual reconocen como fuente Vicente de Beauvais, John Garland, Johannes Gobi y otros autores del siglo XIII. Se trata del  Mariale Magnum o Grant Marial, texto problemático, ya que no se conserva ningún manuscrito con ese título, aunque se acepta generalmente, desde Henri Barré, que se trata de una denominación genérica para referirse a una familia de recopilaciones de milagros marianos recogida en varios códices medievales, de los cuales el MS lat. 3177 de la BnF (Miracula B. Mariae Virginis) es el más antiguo y completo, de finales del siglo XII o principios del XIII.

  Por otra parte, desde bastante antes tenemos testimonios literarios en los que se establecen paralelismos entre ángeles y demonios que escriben, y se mencionan demonios recopiladores de pecados o que intentan distraer de las oraciones. Margaret Jennings ha presentado algún caso en las vidas de Padres de la Iglesia (De vitis patrum), y en historias de monjes como la del que habiendo visto a un demonio que no paraba de escribir le preguntó inocentemente ¿qué escribes?, respondiéndole el diablo: peccata tua [1]

  Probablemente el texto más antiguo conocido en occidente que hace referencia a la labor del demonio como recolector por escrito de los pecados humanos se encuentra en el Sermón sobre la Encarnación [=Discurso contra Nestorio] de Proclo de Constantinopla (ca. 430-31):

  ”Per Adamum namque omnes peccato quasi chirographum dederamus omnesque diabolus in servitutem redegerat. Etenim corpore nostro per multis passionibus subjecto, veluti charta, ususi nostrae venditionis pretia ostentabat passionumque malignus descriptor instabat, ob oculos nobis debitum ponens ac nos universos ad supplicium condemnationemque deposcens".

***

  A los textos citados por Jennings y al Mariale Magnum, cabe añadir un importante testimonio de finales del siglo XII hasta ahora pasado por alto en la bibliografía sobre el tema. Se trata de unos versos del obispo de Magalone, Guillermo Raymond, en los que se alude claramente a un demonio que escribe las síncopas de las Horas, con las que llena muchos libros al día (Scribit defectus horarum daemon ineptus: Quotidie multos valet ex his scribere libros).

  Del mismo modo, en el arte encontramos desde principios del siglo XII representaciones de demonios escritores (Notre-Dame-du-Port, Carrión de los Condes, Abadía de Millstatt) y casos en los que presentan los pecados en el juicio del alma de un difunto (Liber vitae de New Minster y Relieve de San Pietro de Spoleto).

 Creo que se trata de ejemplos de "Tutivillus" avant la lettre que están en el origen del exemplum de Jaques de Vitry, el cual hay que interpretar como expresión del carácter letrado de los demonios y de la concepción ideológica que la clerecía medieval tenía de la escritura, de su poder como instrumento de dominio

  Y si la escritura es poder, los demonios lo tienen, y en la Edad Media se les atribuyen habilidades como gramáticos y escritores [2]. El carácter letrado e ilustrado de los demonios medievales se manifiesta claramente en las representaciones del Milagro de Teófilo en las que, desde el siglo XIII, el pacto con Satanás no es simplemente un acuerdo verbal confirmado con el gesto feudal de la immixtio manuum, sino que se formaliza siempre en un pergamino sellado (miniatura de las Cantigas), reflejo de la importancia que la abogacía y lo escrito adquieren en la sociedad gótica.


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[1] JENNINGS (1977), p. 27. Oxford, Bodleian Library, MS Laud Misc. 315, fol. 91 (Vita Brendani, ms siglo XV).

[2] Sobre este aspecto, véase la nota de Francisco Rico y Martín de Riquer a un poema de Marcabrú en Los trovadores, Planeta, Barcelona, 1975, p. 186, vv. 45-48, y ARAGONÉS ESTELLA (2013), cap. ‘El demonio ilustrado’, pp. 143 ss.

 

 

 

 

 

 

 

Demonio escritor de Millstatt (c. 1170)

 

 

 

Demonio portador del libro de los pecados (Liber vitae  de New Minster, 1131)