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Legenda aurea: vulgo historia lombardica dicta [= La Leyenda dorada]

VARAZZE, Iacobo [=Santiago de la Vorágine]

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Id 15
Autor:
VARAZZE, Iacobo [=Santiago de la Vorágine]
Lugar: Italia
Número: 15
Fecha: 1264 ca.
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Texto:
En un relato se cuenta lo siguiente: En cierta ocasión estaba san Agustín leyendo un libro y, absorto en la lectura, vio de pronto pasar por delante de él al diablo cargado con un códice enorme sobre sus hombros. Al verlo, el santo ordenó al demonio: - ,iAlto ahí! iPárate y dime inmediatamente qué libro es ese que llevas sobre tus espaldas! El demonio contestó: - En este libro están escritos todos los pecados cometidos por los hombres de todas las regiones de la tierra desde el comienzo del mundo hasta hoy. Yo mismo los he ido anotando a medida que incurrían en ellos. - En ese caso, respondió el santo, también habrás consignado en esas páginas lo relacionado conmigo. Muéstrame, pues, lo que sobre mí has escrito. El demonio descargó el libro, lo puso sobre la mesa, lo abrió y mostró a Agustín el lugar en que se hablaba de él. Se trataba de una sola anotación, la única que en tan voluminoso códice se refería a su persona, y en ella se decía meramente: "Un día se olvidó de recitar las completas". San Agustín, en cuanto la leyó, dijo al demonio: - No te muevas de aquí; espera a que yo vuelva. Dada esta orden, salió de la habitación, fue a la iglesia rezó devotamente aquellas completas que por olvido dejara de rezar algún día en tiempos lejanos, regresó a donde el diablo le aguardaba y le dijo: - Quiero ver de nuevo esa anotación que se refiere a mí. El demonio abrió nuevamente el libro, comenzó a revisar sus páginas y a pasar hojas y hojas cada vez más nervioso y cada vez más enfurecido porque por más que rebuscaba, no lograba localizar la acusación que contra Agustín había escrito. Al fin dio con el lugar exacto en que años antes había anotado aquella falta; pero al ver que el espacio estaba en blanco, en un arranque de ira dijo al santo: - Me has engañado como a un imbécil, ¡Que insensato fui al dejarte leer lo que contra tí tenía aquí consignado! Ahora caigo en la cuenta de lo que ha ocurrido: te fuiste a orar y con tus oraciones conseguiste que quedara borrada la falta en que hace años incurriste. Dicho esto, el diablo, confuso y avergonzado, desapareció.

Claves:
El demonio escribe , Libro de pecados

Notas:


© Julio González Montañés.