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Lugo
Como en Compostela o Allariz, los orígenes del Corpus en la ciudad de
Lugo aparecen envueltos en leyendas. La catedral lucense tiene desde
fecha no bien determinada el privilegio de exponer al Santísimo
permanentemente, caso prácticamente único en el mundo, y en la ciudad se
celebra desde 1669 el día del Corpus la Ofrenda del Reino de Galicia en
cuyo memorial de constitución se afirma –siguiendo probablemente al
Padre Gándara- que “hay más de mil y noventa años que en el altar de
su Capilla Mayor goza este Nobilísimo Reyno la verdadera y real
presencia de Nuestro Redentor Sacramentado”, lo que llevaría al
siglo VI como fecha de instauración del privilegio.
La mayoría de los autores, sin embargo, no se atreven a ir tan
atrás y hablan del siglo XII o del XV como fecha de origen de la
exposición permanente. Lo que sí está claro es que en el siglo XIV ya se
celebraba la fiesta del Corpus en la catedral lucense (se conserva una
Misa de Corpus Christi) aunque no consta que hubiese procesión hasta el
siglo XVI: de esta centuria es la custodia de la catedral y las primeras
noticias (1539) sobre la cofradía del Santísimo Sacramento. En la
procesión participaba la ciudad, el cabildo y los cuatro gremios,
pero no las cofradías devocionales. Los gremios salían con sus pendones,
con las imágenes de sus patronos y con sus danzas que tenemos
documentadas desde 1595 (AMLU, Actas capitulares de 1595.
Consistorio del 20 de mayo). La más importante era la de espadas, en la
que participaban al son de las gaitas dieciocho danzantes de los gremios
de San Roque y San Sebastián, vestidos de negro y escogidos por el
vicario y los mayordomos el día de Pascua de Pentecostés.
En lo que se refiere a las representaciones teatrales asociadas
con la fiesta, es conocida la presencia en Lugo de las compañías de
comedias castellanas que recorrían el norte de España, aunque todos los
datos de los que dispongo indican que actuaban en la ciudad en la fiesta
de San Froilán. Las
Constituciones sinodales del obispado de los años 1632 y 1669
incluyen sendas constituciones bajo el título Que no se represente
Auto ni comedia sin nuestra aprobación, en las que se prescribe la
censura previa para los autos y comedias profanas representadas “en
iglesias y procesiones”, pero sin mencionar específicamente la del
Corpus.
Consta también
que los gremios preparaban invenciones, las cuales no sabemos en
la mayoría de los casos en qué consistían, aunque de algunos años hay
datos concretos y sabemos gracias a los Libros de Consistorios que en 1595 se escenificó un combate con barcos cuyos decorados
se encargaron al entallador de origen francés Cristóbal du Buison
.
El itinerario de la
procesión fue recortándose con el tiempo. En el siglo XVII sabemos que el recorrido
era desde
la Catedral hasta Santa Marina, pasando por las calles de San Pedro o San
Marcos, y que los vecinos arrojaban a la calle, al paso
de la custodia, llevada bajo palio por el clero catedralicio, flores, fiuncho y espadaña, origen de las actuales alfombras florales de la
ciudad (en 1602 consta que fue el ayuntamiento el que encargó "ramos
y espadañas para fiesta del Corpus de este año", AMLU, Libro de
actas capitulares 1599-1606, fol. 233v).
Consta en el siglo
XVII la existencia de numerosos conflictos e intentos de cambiar el
itinerario (cf. Abel Vilela). En el siglo XVIII,
salía de la puerta norte de la catedral y terminaba en la fachada del
Buen Jesús. Y en 1761, en tiempos del obispo Francisco Izquierdo y
Tavira, pasaba por delante del convento de Santo Domingo, del de los
franciscanos y por la fuente de la Pinguela (el obispo pretendió, sin
conseguirlo, cambiar el recorrido por el mal estado de la calle de la
Tinería y porque los cofrades se emborrachaban en el Hospital de San
Juan de Dios). En dicho siglo tenemos
documentada en la ciudad la existencia de una Tarasca que sacaba el
gremio de Santa Catalina, de zapateros y curtidores: en 1717 consta en
la documentación municipal que se instó a los gremios "para que
volviesen a sacar dichas danzas y insignias, y también el de Santa
Catalina para la Tarasca", y en 1724 consta de nuevo la presencia en
la procesión del gremio "de Santa Catalina con la Tarasca".
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Custodia
procesional antigua de
la catedral de Lugo. Juan de Arfe y Villafañe, finales del XVI
Firma de
Cristóbal du Buison en 1595
Andas y Custodia
actuales. Félix Granda, 1914 |