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Mondoñedo
En Mondoñedo
el Corpus se celebra al menos desde finales del siglo XV. A principios
del XVI el obispo Diego de Soto ordenó las cofradías y procesión, y las
Constituciones del opispado mindoniense de 1586 (D. Isidro Caja
de La Xara) establecen que las parroquias de aldeas y pueblos pequeños
cercanos a villas de importancia, concurrieran al Corpus en la villa
principal (se mencionan Ribadeo, Viveiro, Ferrol, Neda...): llevando
cada Iglesia su cruz, y procurando que haya algunas danzas, y algun
regocijo honesto y santo, celebren las dichas festividades, lo que
supone que a finales del XVI el Corpus se celebraba en todas las villas
grandes del obispado.
En los siglos XVI y XVII la documentación informa de promesas y
mandas testamentarias relacionadas con el Corpus (dotaciones de cera
para iluminar al Santísimo en el Corpus y en su octava, altares…), y en
1706 se estrenó una custodia de plata, obra del platero de Valladolid
Pedro Garrido, que procesionaba, como en la actualidad, bajo palio
llevado por los regidores.
De las danzas y regocijos que acompañaban a la procesión hay
pocas noticias. Sabemos que los zapateros hacían una danza de espadas
tanto en el Corpus como en la fiesta de la Virgen de los Remedios
(pervivió hasta el siglo XIX), y que en 1703 el gremio de los sastres
pagaba a ocho danzantes y un gaitero. Sabemos también que en 1706 la
Cofradía de la Santísima Trinidad admitió como cofrades a Domingo do
Rego, vecino de Graña de Villarente, y a su mujer, María López, con la
condición de que Domingo tocase de por vida la gaita en la víspera y el
día de la Trinidad, y en los del Corpus y su octava, por 26 reales (en
1750 se admitió con parecidas condiciones al gaitero Tomás López, de
Couto de Outeiro, y posteriormente a Sebastián López de Agromoso,
sucedido por su hijo Manuel López y, ya en el siglo XIX, por Ramón
Otero). Consta así mismo que en 1724 el gremio de sastres, pretendió: poner
dançadores el dia y octava de Corpus vestidos de mujer, pero el
Cabildo de la Catedral se opuso: por no ser dezente danzas semejantes
a presencia del Santistimo Sacramento, no se les admitiran, y que sin
ignovar prosigan segun el costumbre, que de otra suerte no seran
admitidos a la procesion.
Son también escasas
las noticias de representaciones teatrales asociadas a la fiesta, pero
debió de haberlas ya que las Constituciones Sinodales del obispo
D. Isidro Caja de La Xara (1586) se refieren a representaciones y
entremeses con motivo del Corpus y prohíben aquellos que fuesen de
cosas profanas y deshonestas:
"Ante el acatamiento de la divina Magestad y su sacratisima presencia
corporal, no es razon que se consienta desorden, ni descomposicion
alguna, so color de celebrarle la fiesta, y servirle con regocijos (...)
no aya ni se hagan farsas ni entremeses de cosas profanas y
deshonestas..."
.
Según algunos
testimonios de finales del siglo XIX, los niños del coro de la Catedral,
acabada la procesión del Corpus representaban Comedias o Autos
en el trascoro, las cuales "fueron suprimidas durante la guerra de
sucesión, al comienzo del otro siglo". En épocas
ya recientes fueron muy espectaculares los altares que se levantaban en
calles y plazas para la procesión, adornados con flores, textiles e
imágenes y con niños
vestidos de angelitos (véanse fotos).
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Altar del Corpus en 1932 |
Altar del Corpus
en 1932 |
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Una de las
custodias de
la Catedral de Mondoñedo
Procesión en
2006
Andas
procesionales actuales. Arte Martínez (Horche, Guadalajara)
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