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Monforte de Lemos
En la villa de Monforte,
la custodia procesional para el Corpus la encargó en 1600 el convento
benedictino de San Vicente do
Pino al entallador de Santiago de Compostela Gabriel Felipe (era de madera dorada, con
andas, y se pagaron por ella 170 ducados), pero ya en el siglo XVI había
una custodia de mano, de bronce dorado, y seguramente procesiones.
La Breve Relación
de las fiestas que el Colegio de la Compañía de Jesús de Monforte de
Lemos hizo en la consagración de la iglesia nueva de Nuestra Señora de
la Antigua, en 4 de agosto de 1619, conservada manuscrita en la Academia de la Historia
de Madrid,
proporciona noticias del traslado del Santísimo a la iglesia nueva del
Colegio de los jesuitas, con
andas y custodia, y de las danzas ejecutadas por los gremios para la
ocasión (de gitanas, palos, labradores...), que hay que suponer serían las
mismas que se hacían en el Corpus de la villa.
Salieron además en la
procesión de 1619 unos demonios enmascarados, como los gamachiños de Betanzos
o los fetoyros y fenos de otras localidades gallegas, los cuales hay que
pensar serían también habituales en las procesiones del Corpus
monfortinas:
"Dio fin a estas danzas una [de]
demoños con
vestidos y mascaras de pellicos muy propios, no lo siendo menos las
acciones, y menos que, por ser tan ridiculos, hacian perecer [de risa]
a los
que les miraban"
.
Ya en el siglo XVIII
(1751) consta que se levantaba un espectacular Monumento para exponer el
Sacramento, con tarimas,
escaleras y altares, pero en los Libros catastrales y en las cuentas del
convento de San Vicente do Pino no figuran gastos para la fiesta del
Corpus en esa centuria.
Custodia de
las clarisas de Monforte (siglo XVIII) |