|
Verín
En Verín
disponemos de una descripción de la procesión del Corpus de 1570 a la
que asistieron los habituales danzantes gremiales con su danza de palos,
gaiteiros y tamboriles y, además, los "sonajeros de Monterrei"
(¿los cigarrones de carnaval o danzantes con sonajas?) y el Demonio delante, huyendo del
Sacramento y espantando a la chiquillería. Hubo también corrida de un
toro por las calles, disparo de arcabuces y, frente a la iglesia
parroquial, representación de un Auto en tres actos en el que el
Ángel Bueno destruía al Ángel Malo (o demo) con un
conjuro que hacía abrirse una trampilla en el tablado por la que se
precipitaba al abismo entre humo y llamaradas de azufre.
O demo, representado
por el vecino Pedro Faix, iba vestido con calzas y jubón oscuros,
llevando un rabo de vaca a modo de cola, brazos y manos cubiertos de
hollín, cuernos de carnero y una máscara del estilo de las del teatro
romano, con enorme boca rasgada y ojos saltones. Además de participar en
la procesión y en el final de la representación teatral hacía
diabluras en los entreactos al son de la música del gaiteiro Pedro
Pérez, llevando un especie de tenazas extensibles cuyas puntas eran
cuernos de cabra, con las cuales quitaba los sombreros a quienes no se
descubrían ante el Sacramento y propinaba pescozones a los chiquillos
como lo hicieron otras muchas máscaras gallegas del Corpus (gamachiño
de Betanzos, céntulos de Pontevedra, fenos de Ribadavia y
Allariz, demonio de Bouzas, etc.).
Participaron en la danza trece vecinos y en la representación quince llevando máscaras (unas
de la cofradía y otras alquiladas). En la documentación de 1570 figuran sus
nombres, o sus apodos, y sabemos que ensayaron varios días, siendo
recompensados con 4 ducados, vino durante los ensayos y una comida al
finalizar la representación.
De 1590 se conserva un documento en el
Archivo
del Reino de Galicia relativo a un litigio entre los vecinos de la villa
y el juez de la localidad sobre el protocolo seguido en la procesión del
Corpus, y en el Libro
de Visitas procedente del Archivo Parroquial de Verín consta una prohibición de
1635 en la que el prelado ordena que “no agan ni representen comedias
ningunas dentro desta iglesia atento a la grande yndecencia que dello se
sigue…”
,
prohibición que se reitera en 1711, fecha hasta la que debieron de
pervivir las representaciones teatrales organizadas por las cofradías
cuyos Autos Sacramentales, según Xerardo Dasairas, "atraían a
grande número de xentes á vila”.
A mediados del siglo XX los Autos y las
comedias habían desaparecido por efecto de las prohibiciones de los
visitadores eclesiásticos, aunque se mantenía la procesión y la
costumbre de alfombrar los vecinos las calles con espadañas y
fiunchos que se recogían luego como amuletos. Tal costumbre está en
el origen de las actuales alfombras de flores del Corpus de la villa
(véanse fotos). |
Alfombra y procesión del Corpus de Verín
|