Barroco
En el siglo XVII Tutivillus continua siendo popular en el norte de Europa, especialmente en Polonia (Slopanowo, Orawka, Poreby Dymarski)
y lo encontramos también, con aspecto de sátiro clásico y con el nombre de
Tytinillus, en algunas estampas alemanas
Libro de oraciones Walters). Aparece también, a principios del siglo XVII, en
obras populares francesas como las sablières de la capilla de San
Sebastián de Faouét (Bretaña). De la
misma centuria son también varios ejemplos bizantinos que analizo en otro
lugar.
En el resto de
Europa el tema prácticamente desaparece, aunque en el siglo XVIII aun
encontramos algunos casos (Admont, figurilla de Höchst...) y todavía son relativamente
frecuentes las representaciones, derivadas del Ars moriendi medieval, de
moribundos a los que se les aparecen los demonios llevando en un libro la lista
de sus pecados y malas acciones (lienzos de Dalheim y Ebersbach, y frescos de Kösching y de Atotonilco).
Un último
ejemplo, de 1834 pero de carácter neomedieval, se encuentra en la pila del bènitier de la iglesia parisina de
Saint Eustache, obra del escultor
Louis-Eugéne Bion. Se trata de un demonio simiesco provisto de pergamino y
cálamo (hoy fracturado), atento para anotar cualquier equivocación u omisión de los fieles que se persignan en el aguabenditero, en
la fórmula para santiguarse.
Julio I. González Montañés
jgmontanes@gmail.com