Iconografía
Tutivillus
como escriba
Partiendo de los diferentes roles que la literatura
medieval le
asigna a Tutivillus, los artistas idearon diferentes maneras de representar a
nuestro demonio. En los casos más antiguos, y en otros posteriores, aparece
escribiendo en un pergamino (Carrión, Ribas de Miño, Millstatt, Bonn…), de modo que si no lo
identifica una inscripción, cabe la duda de si se trata efectivamente de
Tutivillus o simplemente de demonios gramáticos/letrados.
La duda, sin embargo, desaparece cuando la cartela alude a
los pecados (capitel de Laach), o cuando el escritor aparece en los coros o bajo
los púlpitos, atento a recoger los errores y omisiones de los cantores y
predicadores como en la catedral de Basilea (1486) o en la iglesia polaca de Poreby Dymarski (1674).
Estirando el pergamino
La identificación es también clara si aparece estirando el
pergamino con los dientes, rasgo que remite inequívocamente al exemplum de
Jaques de Vitry (Misericordia de Ely, grabado en el
Der Ritter vom Turm II, Tapiz de Montpezat… etc.). No cabe duda, tampoco, de los casos en los que aparece
escribiendo en un atril y ayudado por otros demonios que le comunican los
pecados y chismorreos que han conseguido provocar en mujeres y hombres (frescos
alemanes de Reichenau y Santa Ana de Steeg, y suecos de Linde y Bäl…).
Con cartela o libro
En muchos casos, no escribe sino que se limita a mostrar
una cartela de pergamino o un libro en el que tiene los pecados anotados
(sillería de coro de Altenberg), siendo esta variante especialmente frecuente en
representaciones del juicio del alma en los que un demonio comparece mostrando
los pecados del difunto (
Liber vitae de New Minster, Relieve de San Pietro de Spoleto, Vidriera del Museo de Angers…).
Portando un gran libro con los pecados humanos se le
presentó Tutivillus a San Agustín según el relato de la Leyenda Dorada y
la identificación de Pierre Marini, y así se representa en un óleo de Michael
Pacher en la Pinacoteca de Munich (c. 1483), un panel de la catedral de Carlisle (Inglaterra, 1485-90) y un fresco de Actopan (México, 2ª/2 siglo XVI).
Llevando un hatillo de libros a la espalda lo encontramos
también en la
Virgen de la Misericordia de las Huelgas(c. 1485), hatillo
de pecados que en algunos Juicios Finales bizantinos está compuesto no de
libros, sino de rollos de pergamino (Voronet, Humor, Arbore…)
Llevando un saco o cesto
Jaques de Vitry es el introductor en el exemplum del
demonio escritor de un detalle de gran trascendencia posterior: el saco que
llena mil veces al día con los pergaminos en los que anota las omisiones de los
clérigos y los chismorreos del pueblo (…quasi sacco pleno super humeros eius
imposito (…). Hec sunt syllabe in psalmodia monachis istis sincopate…).
Aunque Vitry, como hemos visto, no menciona el nombre del demonio, Guillermo de Auvernia lo nombra cincuenta años más tarde y Juan de Gales fija el motivo en unos versos muy populares
en los siglos posteriores:
Fragmina verborum titivillus colligit horumQuibus die mille vicibus se sarcinat ille [=Titivillus recoge los fragmentos de palabras en las
Horas,
con los cuales llena su saco mil veces al día].
A partir de Vitry, el saco se menciona muchas veces en los
sermonarios, tratados e inscripciones, y forma parte del atrezzo en el teatro.
También aparece en el arte, aunque es un motivo poco frecuente. Mary Anderson se
sorprendía de no haberlo encontrado, salvo como excepción (cita el caso de Charlton Mackrell, véase foto). Sin embargo, Anderson limitó su estudio
prácticamente al ámbito inglés y no conoció otros posibles ejemplares como el fresco de
la catedral de Roskilde (Dinamarca), la inicial P de las Epistolae Beati Pauli o el mosaico románico-bizantino de Torcello.
Por otra parte, creo que hay que considerar como una
transformación del saco, los esportillos y cestos llenos de pergaminos, o los libros
que cargan a sus espaldas algunos Tutivillus:
Misa de los Ángeles de
Durero, estampa alemana de Tytinillus, grabado del Libro de oraciones Walters…
Incitando al chismorreo
La representación más frecuente de Tutivillus es la que lo
presenta, solo o en compañía de otros diablos, incitando a los fieles
–especialmente a las mujeres- al chismorreo y la maledicencia, y apuntando a
continuación sus faltas. Es el tema de las mujeres cotillas que los
autores de lengua inglesa denominan Warning against Idle Gossip, un motivo típico de las misericordias de
las sillerías de coro inglesas (Gayton, Enville, catedral de Ely, Ludlow…)
que aparece también en la pintura (Seething, Slapton, Little Melton…) y en otros
medios (Ménsula de Sleaford, vidriera de Stanford-on-Avon...). Es especialmente
frecuente en el arte inglés, pero los ejemplos mejor conservados se encuentran en
Dinamarca (Rørby y Fanefjord) y en Suecia (Linde y Bäl) o Alemania (fresco
de Santa Ana de Steeg y grabados del círculo de Durero en Der Ritter vom Turm). Es también abundante en las pinturas murales del
noroeste de Francia (región de Maine et Loire: Saint-Sulpice-des-Landes, Asnières-sur-Vègre, Souligné Flacé, Parné-sur-Roc…), en las que la escena de las femmes bavardes aparece frecuentemente asociada con la Misa de San Martín.
Tocando el cuerno
Hemos visto que uno de los roles de Tutivillus en el teatro es el de
heraldo infernal en los Juicios Finales, papel que asume en
competencia con los ángeles trompeteros que menciona el evangelio de Mateo y,
quizá, en relación con una posible etimología de su nombre, derivado según
algunos autores del verbo sajón Tutil (tocar el cuerno).
En el arte es muy frecuente su presencia en Juicios
Finales, especialmente en Inglaterra (paneles de Dauntsey y Wenhaston, frescos
de Stratford-upon-Avon y South Leigh…), pero también en Alemania (frescos de Buchenberg, Oerel y Marklohe),
en Italia (capilla de San Bricio de Orvieto), España
(retablo de Tarazona y fresco de San Xoán de Sixto) y otros países europeos.
He catalogado algo más de 30 casos en mi Base de Datos iconográfica, pero existen muchos más y no veo nada claro que todo demonio
tocando el cuerno sea Tutivillus, entre otras razones porque tal actividad del
mismo solo se menciona en el teatro tardomedieval inglés y porque aparece en el
arte antes que en el teatro.
Julio I. González Montañés
jgmontanes@gmail.com